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Otra vez se levantaba de ese adictivo sueño. El mismo chico, diferente situación. Pero siempre era él. Jungkook estaba conmocionado por la belleza del chico de sus sueños.

Un grito de su padre interrumpió sus pensamientos, lo llamaba para desayunar.

Jungkook era caracterizado por su buen comportamiento, así que obedientemente fue.

Al bajar se encontró una escena un poco escandalosa de su papá cocinando jamón en un sarten y en el otro un huevo, mientras que su hermana pequeña jugaba con su cereal.

Buenos días Jungkook. — saludó el padre de este mientras seguía concentrado en la cocina. — Otra vez hablaste dormido, ¿qué soñaste?

El joven, que se encontraba con su hermana reparando el desastre que esta había hecho, quedó perplejo ante el comentario del mayor.

Pues, ah, siendote sincero, no recuerdo. — mentía y lo sabía perfectamente.

Jungkook no se podía sacar al chico de su cabeza, y no sólo era él, eran varios.

Se sentía en otra realidad.

Bueno, ya está el desayuno, sírvete lo que quieras, el arroz ya está caliente. Me voy con Bora a su guardería y luego al trabajo, te amo.
Fue lo último que dijo el padre de Jungkook luego de tomar a la pequeña niña e irse apurado.

Jungkook tomó el jamón, el huevo y un poco de arroz que había en la cocina y se fue a sentar a la sala.

Al terminar de comer se dirigió a su habitación y puso uno de los millones de cassettes que tenía con sus canciones favoritas grabadas en ellos. La afortunada fue At the library  de Green day, una de sus favoritas para ser francos.

Comenzó a bailar mientras elegía la ropa que se pondría, unos jeans grandes y una camisa igual.

Se metió a bañar para luego salir y mudarse.

Tomó su bolso y su patineta y se fue.

Adoraba vivir en los 90's.

No habrá vivido en años futuros, donde tal vez los autos vuelen o algo, donde tal vez haya cura del cáncer. Pero su adolescencia la estaba pasando en los 90's y estaba agradecido.

Al llegar al colegio entró directamente a un pasillo ancho y largo con muchos casilleros y puertas de oficinas o clases.

Cada casillero decorado a su manera, pintado, o algunos incluso con burlas escritas.

Afortunadamente Jungkook no era uno de esos.

Se acercó a su casillero y abrió el pequeño candado para meter su patineta y su mochila al cerrarlo, se encontró con su amigo Minhyuk.

¿Cómo estás kook? ¿Igual de estúpido? — preguntó burlón Min.

Pues al parecer, tuve el mismo sueño. — respondió el contrario.

Uhh, que mal, ¿quieres distraerte? vamos a ir con Jimin y Jiwoo a rentar películas ¿vienes? — Jungkook asintió hacia la propuesta de su amigo.

Luego de la pequeña charla, ambos comenzaron a caminar por los pasillos, saludando a la gente y, porque no, riéndose un poco con ellos.

Sonó el timbre y llegaron a la clase indicada, francés. Jungkook realmente odiaba el francés. Por lo que usualmente se quedaba pensando.

Jungkook.. — un escalofrío pasó por el cuerpo del chico.

Era él. Era su voz.

Jungkook, alterado, miró sus alrededores con impaciencia. Al no ver ninguna noticia, volvió a su cabeza.

¿Estás ciego? — otra vez esa conocida voz.

Jungkook estaba perplejo, no sabía ni que decir, ni como actuar ¿realmente era él? ¿o simplemente se estaba volviendo loco?

Jungkook nuevamente se fijó en sus alrededores pero esta vez con más detenimiento, vigilando cada detalle de su aula. Era tan evidente, que la mujer que estaba dando la clase, se enteró.

¿Se te perdió algo, Jungkook? — el chico miró sin expresión a su profesora de francés mientras que toda la clase tenía la atención sobre él. — Sabes bien que estás reprobando mi materia y aún así sigues es tus cosas. Así no llegaras a ningún lado. —

Las ganas de Jungkook de responderle a la mujer que el francés no le serviría de nada eran fuertes, pero se contuvo. No quería volver a detención con los chicos problemáticos, pero tampoco quería reprobar francés.

Y ahí fue cuando recordó, su sueño.

Si deseas aprender algo aquí, en tu realidad actual se quedará”.

Las palabras del hombre viejo, con barba blanca de sus sueños le había dicho algo así antes de conocer al misterioso chico con el que soñó la noche anterior.

Aquel chico, le era tan lindo, tan especial. Ese hombre no podía salir de su mente aunque quisiera. Le era imposible olvidarse de él.

¿Por qué? era extraño. Algo que él siempre le decía al final de los sueños era “todo estará bien”. ¿Por qué le decía eso?

Pero en fin, no era momento de pensar en eso, y se dió cuenta de eso cuando el timbre marcó el receso.

Salió y se dirigió al comedor, lugar donde esperaba a sus amigos.

El primero en llegar en Minhyuk, su pelo alocado marcaba una probable siesta en su clase de ciencias naturales. Venía apurado, sin haber tomado su almuerzo, eso no era habitual en él.

¿Y tu comida? — pregunta Jungkook un poco confundido por la decisión repentina de su hyung.

Hay mucha fila, y prefiero esperar a Jiwoo. — responde este mientras se sentaba en la mesa.

Y tal y como mencionó su nombre, una chica de cabello largo, lleno de pequeñas prensas de mariposas en este. Venía caminando mientras veía lo que era su preciado Tamagotchi.

— Hola chicos. —  dice esta sin dejar de ver el pequeño aparato.

Junto con ella llega Jimin y Hyunjin. Los cuales se sitúan en sus respectivos lugares.

Hyunjin traía su característico cabello ondulado y era una chica la cual llevaba siempre pulseras. Era una cantidad tremenda de estas.

Por otro lado, Jimin. Él era un chico bastante aplicado y con buenas metas, algo raro, ya que se juntaba con los más perezosos y menos cooperativos de todo el colegio.

Bueno, hoy iremos a rentar películas, ¿que quieren ver hoy? — preguntó el mayor del grupo.

Ya sacaron la tercera de Volver al Futuro, deberíamos verla. — opina Hyunjin mientras masticaba su sándwich de mermelada.

Pues Hyunjin no está equivocada, y Jimin son muy fanáticos de esa saga. Deberíamos verla. También alquilemos el resplandor. — menciona Jungkook mirando a su hyung.

Minhyuk asintió a la idea de los menores.

[...]

Ya se encontraban en la casa de Jiwoo. Estos eran los únicos momentos donde dejaba su apreciado Tamagotchi a un lado para pasar tiempo con sus amigos.

Por otro lado, Jungkook había perdido la noción del tiempo, estaba entre dormido y despierto.

Tanto así, que en uno de sus tantos intentos para no dormir, se levantó otra vez allí.

Otra vez en ese mismo sueño.

𝐒𝐇𝐈𝐅𝐓𝐈𝐍𝐆 ݈݇-% (shifting) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora