03

569 69 7
                                    

pov's nayeon

Hoy estábamos cenando en casa de los padres de Mina, mayormente mis cenas aquí son aburridas, pero viendo a su familia puedo comprender al menos un poco el carácter de mi novia, todos son malditamente perfectos, tan respetuosos con el otro, parecen nunca discutir. La madre de la pelinegra me hablaba a mí y a su otra hija sobre alguna receta que su abuela le había enseñado cuando se estaba por casar, yo asentía con una sonrisa en mi rostro, en realidad no me interesaba mucho el tema, la cocina no es lo mío, pero por respeto fingía que era algo completamente fascinante.

A mi lado, Mina hablaba con su padre y cuñado, aproveché la situación –sintiendo el peligro– para bajar mi mano bajo la mesa y el mantel. Corria el riesgo de que alguien se diera cuenta, pero no le di mucha atención a aquello, recorrí mi mano por su bien grueso muslo, buscando con atención solo un camino.

Pero la mano de Myoui fue más rápida, pensando que buscaba otra cosa, más bien su contacto de manos, la entrelaza con la mía y gira a sonreírme. La sube arriba de la mesa, ganando la mirada de sus padres.

—Oh, ustedes son tan tiernas.—dijo la señora— Me alegra que Mina consiguiera a una chica tan buena como tú, Nay.

—B-Bueno... ella es mejor, es un ángel.—reí, sin saber qué decir.

No iba a confesarle que en realidad trataba de masturbar a su hija bajo su lindo mantel blanco.

—Ella es genial, madre, por eso la amo tanto.—beso mi mejilla con ternura.

Sí, yo también la amo. ¡Pero quiero que me deje sin caminar una semana entera!

i want tø fvckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora