04

538 64 4
                                    

pov's nayeon

—Mina...—la llamé desde la sala.

Hoy es viernes en la noche, como tradición ella viene a cocinar para ver unas películas juntas, yo estaba tirada en el sofá esperando a que termine el spaghetti, ¿Cómo puede ser que le salga tan bien? Según mi madre, debería ser yo quien lo conquiste con mi habilidad en la cocina, pero creo que la situación es a la inversa. Mi dulce novia cocina para mí, me mantiene a gusto comiendo todo lo que preparar con sus habilidosas manos.

¿Serán buenas solo en eso? Ansió comprobarlo. 

La pelinegra se acercó con dos platos en sus manos, los colocó en la mesita del centro junto a una lata de cerveza fría y otra de bebida. Caí al suelo a su lado y besé su mejilla agradeciéndole.

—Eres un ángel, cariño.—le dije.

—No es nada, me gusta cocinarte, me encanta ver como lo disfrutas.

Diablos, Mina.

—Me encantaría darte el postre.—susurré contra su oído, nuevamente dando una clara indirecta de lo que tanto deseaba que hiciéramos.

—¿Preparaste algo? Creo que vi helado cuando llegue...

Suspiré, es imposible.

i want tø fvckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora