Cada ser humano termina entendiendo que la vida es efímera cuando ve partir a los suyos. Este también era el caso de Porchay el cual perdió a su hermano con unas cuantas palabras de un ser incomprensible.
"Nos tomamos sus palabras con mucha ligereza, esa perra realmente puede llevarse cualquier cosa", dijo Kim mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
"¿Crees que realmente están muertos?" preguntó Porchay al aire en un intento de explicarse a sí mismo lo que acababa de ocurrir.
Kim buscó los ojos de Porchay y le dijo con la mayor frialdad de la que era posible, "Hay cosas peores que la muerte, no estoy seguro de cómo afecta todo esto al mundo fuera del bucle, pero por lo menos aquí nadie además de ti recuerda a tu hermano, cada cosa que tuviera registro de él ha desaparecido, lo mismo ocurrió con los críticos que se llevó Tiempo la primera vez que la vimos".
El impacto era tal que ni una sola lágrima acudía a los ojos de Porchay, en su lugar había un vacío infinito y una ansiedad que amenazaba con no volver a dejarlo dormir, "¿Qué vamos a hacer?"
"¿Qué vamos a hacer?" repitió Kim con un tono cargado de seguridad, "Te diré lo que vamos a hacer, vamos a encontrar respuesta a cada una de sus estúpidas preguntas, mañana nos reuniremos en la biblioteca de la Universidad y ambos vamos a dedicar todo el día investigar hasta el más mínimo detalle, no perderemos ni una sola cosa más"
La certeza de la voz de Kim era todo lo que necesitaba Porchay para encontrar alguna clase de calma, si ambos estaban en la misma situación entonces solo trabajar en conjunto los iba a sacar de ahí, quizá no se encontraba con la mejor compañía posible, pero por lo menos era alguien con la frialdad necesaria para resolver toda clase de problemas.
"No tenemos tiempo que perder, necesitamos descansar, mañana será un día decisivo",dijo Kim mientras buscaba un lugar en el escenario y se recostaba.
"¿Qué haces?, ¿Por qué te acomodas ahí?", le preguntó Porchay al mismo tiempo que dudaba de la sanidad mental de la persona frente a él.
"Simplemente me niego a volver a mi casa, aún sin mi hermano siempre está vacía y de cualquier forma al reiniciarse el día, despertaré en mi cama como la primera vez", explicó Kim.
"Hazte a un lado" le ordenó Porchay mientras se acercaba al escenario, "No puedo dormir si no me sostengo del borde de algo y tampoco estoy en ánimos de volver a mi casa, me quedaré aquí contigo".
Una risita burlona se escapó de los labios de Kim al escuchar las palabras de Porchay, "Agradezco a su majestad que acompañe a este pobre peón solitario".
"No tienes otro tono para decir las cosas, ¿Acaso solo conoces el sarcasmo?", preguntó Porchay mientras se recostaba en el espacio que había dejado Kim.
"Parece que comienzas a conocerme", respondió Kim con la intención de dar por finalizada la conversación, no sin antes añadir un comentario más, "Es la primera vez que escuchó tu voz tan claramente".
"Estás enloqueciendo del cansancio, hemos discutido tantas veces que perdí la cuenta y hasta ahora dices escuchar mi voz", dijo Porchay mientras se daba la media vuelta y se disponía a dormir.
El cansancio mental era mucho más grande que todas las ganas que tuvieran de conversar. En esa noche de otoño ambos durmieron bajo las tenues luces amarillentas, arropados con el calor de la persona a su lado y con el eco de un auditorio jugando el papel de una canción de cuna.
La mañana siguiente Porchay abrió los ojos y lo primero que pensó fue que Kim tenía razón, realmente había vuelto a su habitación, un lugar en el que los únicos rastros de su hermano permanecían en su memoria, pues todas las fotografías se habían desvanecido.
Era completamente verdad que la falta de avance en los días podía hacerte enloquecer, a estas alturas Porchay comenzaba a comprender que el experimentar el mismo clima una y otra vez o escuchar que las noticias se repiten infinitamente brindaba una sensación de inseguridad sobre tus pensamientos.
Recorrer el mismo camino tampoco estaba ayudando en lo más mínimo, definitivamente un cambio de escenario era lo que necesitaba Porchay para poder concentrarse y pensar con frialdad las respuestas a los ridículos acertijos de esa mujer, aceptar encontrarse con Kim en la Biblioteca había sido la mejor decisión que había tomado en mucho tiempo.
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Diario de un mismo día [Kimchay]
FanfictionLa rutina es mortal y hace que Porchay sienta que cada día es idéntico al anterior, esta sensación no hace más que empeorar hasta que finalmente todo se desmorona cuando se da cuenta de que ha quedado atrapado en el 30 de noviembre junto a alguien c...