Donde Mi**** Estoy

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-No te puedes ir- dice Elsa, mientras empaco mis cosas.

-Lo siento, pero creo que es una buena oportunidad- Me mira fijamente con sus ojos castaños. Des pues sonríe y se le hacen hoyitos en las mejillas.

-Te extrañare.

La abrazo.

-Yo igual.

-No me da buena espina esa pareja.

-Elsa la sabelotodo.

Nos echamos a reír



Después de un rato yo me quería despedir bien del orfanato, que me subí a la azotea.

No era tan hermosa la vista de día, pero eso no importaba.


Se veían los edificios de la ciudad de México, otra vez se escuchaba que alguien subía los escalones.


Era william.


Me estaba haciendo para atrás cada vez que daba un paso hacia mi. Mis pies no sintieron el piso. Casi caía.


Por suerte estaba SUPERWILLIAM y me detuvo de la cintura para que no cayera. Sus ojos son hermosos.


-Gracias, SUPERWILLIAM.

-No tenéis que agradecerlo.

-Pensé que me odiabas- le digo mirándolo a los ojos.

-A ti nunca, porque debería odiarte. No has echo nada para que te odiara.

-Entonces por que me miras así...

-Shopia nos debe de estar buscando.


Bajamos juntos las escaleras.


La pareja ya nos esperaba en su coche, Super lujoso.

-suban queridos, me dice la mujer.



En todo el trayecto no hale con la mujer. Era demasiado Joven para el señor. Se notaba que solo lo quería por el dinero.


Cundo llegamos, No era la mansion que me imaginaba. Era un lugar extraño, lleno de hombres, Alcohol, Humo de cigarrillos, y mujeres.


Después me doy cuenta que era un prostíbulo. Me pongo al lado de William.

-¿Que es todo esto?

-No lo se. Pero quédate al lado de mi, porfavor.

Me quedo al lado de william, mientras nos dirige, la mujer. ¿Como lograre decirle madre a esta señora?


-Tu idiota quedate con las demás y tu muñeco de porcelana, ven conmigo.

William antes de irse me dice.

-Te espero aquí afuera en la noche.

Donde tu vayas yo iréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora