Extrañar...
Es el acto mas noble del ser humano: el extrañar.
Extrañamos aún cuando nadie nos extraña, nos hacemos chiquititos ante un sentimiento que quizás no nos debería corresponder, pero, aún así, lo sentimos.
Extrañarte es un tanto egoísta, porque te quiero acá conmigo, te quiero acá contando chistes, haciéndome sonreír. Y extrañarte es egoísta porque se que fui yo quien se alejó, quien nos dejó.
Aracely se encontraba en su camerino aprovechando la hora que tenían para descansar hasta tener que volver a grabar escenas. Se sentó en un pequeño sillón que había ahí y su cabeza empezó a hacer lo mismo de siempre: pensar en Andrés.
Pero había un tema en particular: el beso que se habían dado o mejor dicho el beso que ella le había dado por "accidente" grabando una escena de Marcia y Esteban. En el libreto decía claramente que debían saludarse con un beso en la mejilla apenas la pelirroja ingresara a la mansión Lombardo. Aunque no sucedió así, Aracely de puro impulso y por deseo decidió darle un beso en sus labios, esos labios que tanto amaba sentir, y que extrañaba tanto, fue un beso corto, pero había descolocado al moreno quien no recordaba que ese momento estuviese en el guion. Pero como dos profesionales continuaron con la escena.
- ¡CORTE! – grito el director.
- De verdad son increíbles, cualquier escena les queda bien, los felicito y el agregado estuvo muy bien. – les comento en un tono de picardía y se marchó para dejarlos solos.
A ellos no les preocupaba que pensaba el resto porque todos eran testigos de la gran química que tenían y lo mucho que se apreciaban, así que jamás alguien se atrevería a pensar que podían tener algo.
Aracely sabía que había hecho mal, que se había dejado llevar por sus deseos, una vez más, perdió la razón por ese hombre. Necesitaba huir de ahí, necesitaba huir de él, no sabía cómo enfrentarlo, si debía pedirle disculpas o explicar el porqué de su accionar.
...Se levanta del sillón para ir por una manzana que tenia en su bolso cuando un toque en la puerta la hace caer en la realidad.
- ¿Quién es? – pregunto desde el otro lado de la puerta. Algo dentro de ella le decía que era él, pero prefería auto convencerse de que no.
- Andrés, ¿me abres?.
Aracely se dirigió a la puerta con algo de timidez en su rostro, de verdad se sentía apenada por lo sucedido.
- Adelante Andy, ¿Qué necesitas?
- Hablar contigo. – respondió el moreno un poco serio, el no solía ser así al menos que ocurriera algo grave.
- Dime. – le dijo desafiante
- Quiero que me expliques lo sucedido hace rato, ¿Por qué me besaste?
- No quise hacerlo, pensé que podía quedarle bien a la pareja luego de que también habían tenido un lindo momento en la oficina y llevar la fiesta en paz se lucia muy bien en Marcia y Esteban. – le dijo con un poco de gracia para poder convencer al actor de que solamente fue por ese motivo.
- Y desde cuando tu escribes los guiones. – le pregunto en un tono serio y frio, que a la rubia le dolía, no estaba acostumbrada a que él le hablara de esa manera, pero en parte lo entendía.
- Tampoco fue una gran modificación, fue solo un beso Andrés, relájate. – le hablo la rubia sonando lo más irónica posible.
- No Aracely, quizás para vos fue un beso más, pero para mí no, no debías hacerlo, me lástimas, me confundes, tú ya me habías dejado todo claro, me pediste que mantengamos una relación solamente laboral, me quitaste de tu vida de la noche a la mañana y de la nada decides darme un beso y te excusas diciendo que era por los personajes. – le dijo el moreno con un nudo en la garganta, de verdad le dolía no poder tenerla y no poder entenderla.
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