˚· ͟͟͞͞;❥ 13

3.8K 379 79
                                    

Los tres se quedaron dormidos todo el día, nadie tuvo motivos para levantarse a excepción del pelinegro. Fue el único en levantarse ¿el motivo? Pues tenia su almuerzo con Jeongin, no piensen mal.

Estaba decidido, no dejaría a Felix aunque haya encontrado a su alma gemela, no lo dejará. Porque, aunque Felix no sea su alma gemela, lo ama como tal y sabe cuanto han sufrido Jisung y él, por eso no va a dejarlo ni ahora ni nunca.

— Amor. —susurró al oído de Felix.

— ¿Si? — Contestó medio dormido.

— Debo ir a almorzar con Jeongin ¿necesitas algo?

— Hyunjin... yo —

—No, amor. Nada cambiará entre nosotros ¿si? Tú y yo seguiremos juntos ¿lo recuerdas? Escalaríamos montañas...

Cruzaríamos desiertos...

— Cruzaríamos océanos pero pase lo que pase...

— Nadie nos alejará del otro. — Sonrió.— Fue en nuestra boda. — Susurró Felix.

— Sip, esa boda de la que nadie sabe nada. Esos fueron nuestros votos y nadie lo cambiará ¿sí?

— Pero él es tu alma gemela y...—

—Y yo te amo solamente a ti, confía en mi, por favor. — Rogó Hyunjin tomando su mano.

— Está bien, confiaré en ti.

— Gracias, amor. Te traeré comida.

—Está bien, trae un poco para ellos también.

— Entendido, capitán.

— Te amo.

— Yo más, amor. Ya me voy ¿si?

— Esta bien, con cuidado.

— Esta bien, adiós amor.

— Adiós, cielo.

Se besaron y Hyunjin se fue hacia una cafetería que había en el centro de la ciudad, ahí se encontraría con Jeongin. Se sentó en una de las mesas que había afuera y decidió esperar a la llegada del otro, aunque moría de hambre pero debía ser educado y esperar.

Después de todo, su espera no fue tan larga pues 5 minutos después llegó un Jeongin sonriente.

— Siento la demora. — Sonrió.

— No te preocupes, solo fueron 5 minutos. —Sonrió.

— ¿Ya pediste?

— No, te estaba esperando.

— Gracias pero ya no es necesario. — Hizo una señal para que una camarera fuera donde ellos.

— ¿Qué desean ordenar? — Sonrió la señorita, omega por lo visto.

— Yo quiero un café con leche y un pastel de chocolate, por favor.

— Bien y ¿Usted?

— Yo solo un café, por favor.

— Perfecto, ahora se los traigo. — La señorita sonrió y se fue.

— Hyunjin, debemos hablar.

— Lo sé. — Suspiró.

— Minho me dijo que tienes omega.

— Sí. — Sonrió inconscientemente.— Se llama Felix, es... —Sacó su billetera y le mostró una foto de ambos a Jeongin.— es él.

— Es muy guapo. — Sonrió.

— Lo sé y nunca supe porque me eligió a mi. — Rió. — Pero, Jeongin yo lo amo ¿sabes? Y lo sé, ambos somos almas gemelas pero no puedo dejarlo.

— Lo sé, no voy a pedirte eso y tampoco te pediré ser tu amante porque eso sería muy bajo de mi parte. —Sonrió.— Estaba pensando que podemos ser la excepción a la regla ¿no crees?

— ¿A qué te refieres?

— Podemos ser amigos. Porque yo... —Sonrió.— Yo igual tengo a alguien ¿sabes? Y se puso muy inseguro cuando le hable de ti.

— Lo mismo le pasó a Felix. — Ambos rieron.

— Entonces solo seámos amigos, de esa manera ambos seguimos con nuestras respectivas parejas ¿te parece? — Sonrió.

— Está bien. Sería algo bonito de parte de ambos ¿no crees? Incluso podríamos salir en citas dobles.

— Sip, sería divertido.

— Entonces amigos. —Sonrió.

— Amigos. —Sonrió.

Les llevaron sus pedidos y se pusieron a hablar sobre sus cosas en común, hablaron sobre sus parejas y ese tipo de cosas. Se quedaron por dos horas y después Hyunjin lo acompañó a su casa.

Estando allí ambos se pusieron a ver una película, no paso nada más aparte de risas o molestarse entre ellos. Cuando se dieron cuenta ya eran las 6 de la tarde.

— ¿Qué te parece si llamas a Felix y vamos a cenar los tres?

— Sí, sería una buena idea.

Buscó su móvil y se dió cuenta de que no lo había llevado, Jeongin le prestó el teléfono de su casa, Hyunjin marcó el número de Felix y Jeongin igualmente recibió una llamada de Minho

Ambos contestaron, ambos supieron que a quienes aman se les estaba cayendo su mundo mientras ellos disfrutaban.

I'ɱ ιɳ ʅσʋҽ ɯιƚԋ ყσυ - MιɳSυɳɠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora