I'ɱ ιɳ ʅσʋҽ ɯιƚԋ ყσυ - MιɳSυɳɠ

˚· ͟͟͞͞;❥08

— ¿Le darás una oportunidad? — Preguntó Felix.

— No lo hará, no eres tonto, Jisung. Sabes que nada bueno saldrá de eso. — Habló un poco enojado Hyunjin.

—Y-yo... no lo sé, ese día en el hospital él parecía sincero y con esto creo que en verdad trata de arreglar las cosas y...

— ¡Pero te lastimó e incluso te levantó la mano! — Alzó la voz el pelinegro.

— Hyunjinnie, ese fue hace mucho, mira Sunggie yo... te apoyaré en cualquier cosa y lo sabes pero, por otra parte, siento algo malo. No me gustaría que te lastimaran otra vez, Sung.

—¿¡En serio lo apoyarás!? ¡No puedes hacerlo!

— Juré... juramos hacerlo Hyunjin, si decide arriesgarse igualmente lo apoyaré en esto por favor tu también hazlo, te prometo qué si el idiota de Minho se atreve a hacerle daño, tú y yo lo mataremos ¿Te parece, amor?

El pelinegro no respondió y simplemente gruñó sentándose en el sofá con los brazos cruzados, sin embargo, Jisung lo conocía y sabía que, con la última palabra, Felix lo había convencido pero aún quedaban sus propias dudas, nadie podía culparlo o algo por el estilo solo por eso.

Es decir, ¿podrías culparlo solo por el hecho de desconfiar de quien le hizo daño? ¿Podrías hacerlo? Yo no podría y espero tú tampoco.

El punto es todo el mundo tiene dudas y si, puede que él necesite otra vez a su alfa pero aún así tenía miedo.

Temía que todo marchara bien para luego caer otra vez, esta vez no lo soportaría, esta vez si...

Se daría por vencido y moriría...

Muchos, como Hyunjin por ejemplo, le dirían que no le de una oportunidad y en verdad desearía hacer caso pero no puede. Sabe las posibles consecuencias pero no pensaba con tanta claridad y sobre todo, no pensó que podría dejar sólo en el mundo a Seungmin si esto no salía como esperaba.

— Lo haré.

— ¿¡Qué!? — Gritó Hyunjin haciendo asustar a los otros dos. — Me estoy enfadando, me iré y cuando vuelva estaré más tranquilo.

— Hyun qued...

—Voy. A. Salir. Felix — Luego de decir eso salió dando un portazo.

—Siento causar problemas entre ustedes, Lix — Agachó la cabeza.

—...Sung, problemas siempre hemos tenido pero los superamos a veces pasa esto aunque no nos gusta, somos pareja. Incluso si ambos sabemos que no somos predestinados, nos amamos y eso vale demasiado. No importa cuánto peleemos siempre regresamos al otro y eso no cambiará. No es tu culpa esto pero a veces él necesita ir a calmarse y la primera vez aprendí a dejarlo ir, no fue de buena manera pero es la única en la que no continuaremos peleando.

— ¿No son predestinados? — El rubio rió como nunca por su pregunta.

— ¿Para eso dí mi emotivo discurso? ¿solo para eso? — Hablo entre risas y sintió un golpe en el hombro.

—No te rías, responde.

—Pues no, no lo somos.

— ¿Pero si un día encuentra a su alma gemela?

— Pues... — Suspiró. — Él prometió no dejarme incluso si llegará a encontrar a su pareja pero si debe hacerlo... Deberé aceptarlo y dejarlo ir, después de todo, no será la primera persona a quien deba dejar ir pero al menos esta vez deberé dejarlo ir por eso y no porque murió. — Sin darse cuenta comenzó a llorar y Jisung limpió rápidamente sus ojos sintiéndose culpable, sabia acerca de cuánto había sufrido Felix, después de todo la familia de ambos habían muerto en el mismo accidente, ambos las habían perdido ese mismo día y ambos deseaban no haber corrido al baño antes de que los llamarán para abordar el avión, ambos se culpaban por haber trabado la puerta al entrar y haberse quedado encerrados. También se pusieron mal por el hecho de que lo único que pudieron hacer fue ver al avión caerse y estrellarse, lo único que agradecían es haberles dicho que los amaban antes de correr al baño.

— Felix, no debí preguntar, lo siento.

— N-no te preocupes, sabes que soy sentimental —Sonrió de lado. — Mejor llama a Minho para hablar.

— No sé, y si...¿Felix? ¿Qué haces?

— Lee, Jisung desea hablar contigo y me vale mierda si no quieres hacerlo, te lo paso. — Puso el teléfono en alta voz, porque si, quería escuchar.

— ¿Sung?

— Se murió, auch —Se quejó por el dolor en su brazo. —Esta bien, hola Minho

— ¿Sucede algo?

— Quería... hablar... sobre... tu... carta...

— Habla bien, idiota. —Le regaño Felix susurrando.

— Yo hablo como quiera.

— Bueno... Ahí decía toda la verdad, no mentí en ninguna parte y realmente Sung, me encantaría poder tener una oportunidad, una última. Sé que debería recuperarte poco a poco pero estoy dispuesto a hacerlo. Haría cualquier cosa por ti y por nuestro hijo, quiero tener una familia y si es contigo sería mucho mejor.

— Yo... llamaba por eso, estoy... estoy dispuesto a darte otra oportunidad pero quiero pedirte algo importante.

— Claro, pide lo que quieras, te daré cualquier cosa. — pudo sentirlo sonreír.

— No vuelvas a dejarme, por favor. Esta vez no lo soportaría, no podría seguir adelante. — Eso tomó por sorpresa al rubio y al rizado pero ambos entendían el porque.

— No, no volveré a hacerlo. Está vez, te lo juro, deberán matarme para poder separarme de ti.

— Esta bien, te creeré pero por favor, cumple tu promesa.

— Lo haré, no te preocupes. ¿Qué tal si salimos hoy por la noche para celebrar esto? Obviamente iríamos Seungmin, tú y yo. — Esa emoción en su voz, la había perdido hace mucho.

— Yo... Claro, pasa por nosotros a las 8, sabes donde vivimos.

— Si, tuve que revisar el historial medico de Seungmin para saberlo, lo siento.

— Eh, esta bien. Bueno, te esperamos, adiós, Minho

— Adi...

— ¡Minho, encontré a mi alma gemela! —Se escuchó otra voz y Jisung hubiera sentido celos de eso pero no lo hizo... Luego pediría explicaciones, no ahora. — Es muy guapo, tiene ojos color miel, tiene el cabello negro, una largas pestañas y es, es perfecto.

— Innie, me alegra pero estoy al teléfono.

— ¿Hablas con Jisung? Hola, Jisung mucho gusto, soy Yang Jeongin medio hermano de Minho. Si este idiota te hace algo, dime y lo asesinaré.

— ¡Jeongin!

— Vale, vale. Me voy pero por lo menos te diré su nombre ¿Sí? — Minho solo resopló.

—Bien ¿Cuál es su nombre?

—Es Hyunjin, Hwang Hyunjin.

El castaño abrió muchísimo sus ojos y se giró para ver a su amigo, se le rompió el corazón al verlo.

—Yo...debo irme, nos vemos en la noche, Minho, adiós

Colgó y rápidamente se lanzó sobre Felix para abrazarlo, sin embargo, el rubio no respondió a ese abrazo pero no lo soltó, él hubiera deseado no volver al Felix de hace años pero eso estaba haciendo ahora.

Estaba viendo a ese Felix sin vida en los ojos.