- Dios esto sí que es una cama – dijo el rizado recostado sobre el colchón matrimonial del hotel – Si esto es lo que consigue una tarjeta negra mejor no te vuelvas a pelear con tu padre nunca jamás.
- Cállate – chilló arrojándole la toalla húmeda con la que se estaba sacando el cabello – El hotel de la otra noche no fue tan malo.
- Fue la nada comparado con éste, lo único bueno fue dormir contigo – admitió al mismo tiempo que el ojiazul se recostaba junto a él – Sabes... En otras épocas hubiera salido a festejar, pero practicamos tanto en tan poco tiempo que solo quiero estar en la cama contigo.
- Mis festejos siempre eran ir a la cama – bromeó – Dios, todavía no puedo creer lo de mi padre...
- Creo que ahora que ya no eres un niño, pueden lograr comunicarse mejor y llevarse bien de una vez por todas – razonó el ojiverde.
- Eso espero – confesó con un suspiro – Jesús, estoy muy cansado – musitó acurrucándose contra él.
- ¿Por qué será que las competencias nos agotan más que el entrenamiento mismo? – cuestionó más para sí mismo que otra cosa.
- Es la presión de hacerlo mejor que nunca – respondió con seguridad, se reincorporó para mirarlo a la cara con mejor claridad.
La luz estaba apagada y solo la lámpara del baño iluminaba la habitación de aquel hotel cuatro estrellas al que se habían trasladado instantáneamente gracias a la tarjeta de Louis. Ésta vez un cuarto para cada uno, en lugar de uno compartido entre todos, y ahora una cama matrimonial para ellos.
Devoraron la cena del servicio a la habitación antes tomar turnos para ducharse y finalmente poder acostarse. Las medallas reposaban cada una en las mesitas de noche junto a la cama.- Creo que tu padre cree que estamos juntos – soltó Harry de repente.
- ¿Qué? ¿Por qué? – cuestionó confundido.
- Por lo que me dijo... O bueno, cómo lo dijo – explicó – Seguramente vio las fotos en las noticias.
- Cierto – murmuró – Aunque no estamos juntos – soltó intentando sonar despreocupado, aunque pudo percibir el cuerpo de Harry tensándose debajo de él – Al menos no juntos, juntos – continuó haciendo énfasis en la palabra.
- Bueno, nos besamos y dormimos juntos, creo que eso cuenta como estar juntos ¿No?– balbuceó un tanto nervioso.
- Oh... ¿Y tú quieres? – preguntó tras unos segundos de silencio.
- ¿Qué si quiero estar contigo?... Estamos abrazados en la misma cama por el amor de Dios – espetó causando una carcajada en el ojiazul, lo miró enternecido - ¿Y tú? – titubeó.
- Sí, sí quiero – sonrió embobado – Entonces... ¿Somos como novios? – quiso saber, Harry sonrió ampliamente.
- ¿Quieres ser mi novio? – dijo finalmente y Louis no pudo evitar esconder su rostro en su cuello, su rostro caliente por la vergüenza – ¿Eso es un sí? – cuestionó buscando el rostro del ojiazul, picándolo un poco en las costillas para causarle cosquillas que lo alborotaron un poco hasta quedar cara a cara, sus ojos se cruzaron y sin siquiera dudarlo se besaron.
- Sí – murmuró contra sus labios, antes de besarle nuevamente, llevaba tan poco tiempo besando y para Harry los labios del ojiazul eran expertos en lo que hacían.
Se enredaron entre sí en un beso que no tardo en volverse apasionado, sus lenguas danzaron juntas así como ellos lo hacían en la pista de patinaje, hasta que sus respiraciones no pudieron más; aunque sus ansias eran grandes y el rizado no pudo evitar comenzar a besar su cuello.
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Patinando por la Gloria - l.s
FanficLos grandes patinadores Harry "Hazz" Styles y Louis "Prodigio" Tomlinson llevaron su rivalidad hasta el extremo durante los Juegos Olímpicos de Salt Lake City, consiguiendo ser expulsados de la competición tras una bochornosa pelea. ¿Cómo volverán a...