CAPITULO 3 ABRIRSE

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OIGAN, ¿CUAL ES EL DIMINUTIVO DE PETE? LO NECESITO PARA EL SIGUIENTE CAPITULO...



Corría una gorra rebosante de dólares por las celdas, los prisioneros por fin tenían algo con que divertirse y apostar esa noche.

-¿Cómo van las apuestas? – Preguntó uno de los prisioneros antes de decidirse a apostar.

-Cinco dólares a que el nuevo sale corriendo – dijo su compañero y deposito los dólares en el sombrero.

-Yo apuesto 10 dólares a que se la come esta noche.

-Lo mismo digo – grito el prisionero de enfrente.

-Va ganando 8 a 1 que se la come esta noche – dijo el preso con la gorra en la mano.

Pete llevaba ya una semana en UGH y había salvado su trasero gracias a que Vegas ha estado muy ocupado con los negocios y el contrabando, pero esta era la primera noche que había confinamiento, lo que significaba que ninguno de los prisioneros podía salir de su habitación.

Esto se utilizaba cuando querían vigilarlos estrictamente esperando encontrar al culpable de algún crimen, sin embargo, todos sabían que en U.G.H. nunca había testigos, nadie era tan estúpido para dar su testimonió, porque testificar solo dejaba algo seguro y eso era la muerte, así que por supuesto Pete tampoco podía decir nada.

-Hey Pete, ¿quieres jugar a algo? – Vegas murmuró desde la litera de abajo. Pete se removió un poco desde su propia litera y miró hacia abajo, Vegas estaba sentado provocativamente con las piernas abiertas y lo miraba sonriéndole con esos ojos azules, frente a vegas había un tablero de damas chinas. No pensó demasiado en las consecuencias de bajar, hasta que estuvo frente a Vegas, quién le giñó un ojo antes de inclinarse a mover la primera pieza.

Quince minutos después, Pete le había ganado dos rondas y estaba a punto de ganar la tercera.

-Yo gano de nuevo – Comentó Pete con superioridad, Vegas solo suspiró con una mezcla de frustración y resignación.

-Apenas estoy comenzando – Aseguró Vegas con una sonrisa, Pete blanqueó los ojos – Hagamos una apuesta – Le propuso.

-No voy a apostar mi trasero – aseguro de inmediato – lo siento, pero no soy rico como tú, yo sólo tengo mi cuerpo.

-Mmm, está bien, entonces - Vegas se quedó pensativo, ¿qué estaría pensando ahora? - ¿qué tal si cada uno dice un secreto?, así quedaremos a mano.

-Yo no tengo secretos – afirmo Pete.

-¡Vamos! -Insistió Vegas – Por ejemplo, ¿hasta qué edad mojaste la cama? ¿O alguna vez le robaste a tu madre?, lo que sea – Vegas estaba ansioso por conocer algo acerca de su compañero de celda.

-No.


-Bien... entonces si yo ganó me enseñaras tailandés – Pete lo observó curioso.


-¿Y tú que ganaras con aprender tailandés?


-Si alguna vez consigo el perdón y salgo de aquí, quiero visitar el lugar donde nació mi madre – contestó con sinceridad.


-¿Salir de aquí?, tu sentencia es de doscientos años. – Escandalizó Pete.


-La tuya es cadena perpetua – rebatió el mayor.


-Es de 80 años – corrigió – Si llegó a vivir hasta los 102 años, seré libre – Pete parecía convencido de que lo lograría.


UNDER GRAND HOTEL VEGASPETE 🔞ESPAÑOL🔞🔞 ADAPTACION BIBLEBUILD KINNPORSCHE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora