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002. ╱ ✷⠀⠀ ❝ es despedida. ❞
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Y MIENTRAS HARRY POTTER SE VEÍA OBLIGADO A VOLVER A UNA VIDA DE CENAS TIBIAS, a escuchar las quejas de los Dursley sobre la longitud de su pelo y lo desaliñado que parecía, a intentos de daño por parte de su primo y, francamente, a un aburrimiento absoluto y total, Jane Everleigh se instalaba en lo que podía considerar una vida de lujo.
⠀⠀Florence Adley prácticamente la había sacado de la casa en la que había vivido durante años y la había llevado al campo, a una mansión aparentemente abandonada en un bosque a las afueras de un pequeño pueblo llamado Little Whinging.
⠀⠀Sin embargo, como Jane pronto descubrió, la mansión no estaba abandonada del todo... técnicamente. Era la casa de la familia de Florence y, aunque hacía años que no se vivía en ella, era un hogar. Y así, mientras que el exterior estaba muy cubierto de maleza, el interior estaba bellamente decorado, aunque un poco polvoriento.
⠀⠀—Siéntete como en casa —Florence anunció, su glorioso acento resonando a través de la entrada—. Llamé para que lo limpiaran un poco antes de que llegáramos, pero parece que no hicieron un buen trabajo.
⠀⠀La mujer tenía el ceño fruncido mientras pasaba una mano cubierta por un guante de encaje por una cómoda del pasillo, retiraba el dedo y observaba el polvo gris oscuro que cubría la punta. Enseguida se limpió la suciedad con un pañuelo y se volvió hacia Jane.
⠀⠀—¡No hay problema! —Exclamó dando una palmada—. Sólo un poco de trabajo extra que tendremos que hacer en los próximos días, si no te importa.
⠀⠀Jane negó rápidamente con la cabeza; posiblemente haría cualquier cosa por la mujer que la había acogido.
⠀⠀—¿Le llevo las maletas a su habitación? —Ofreció, mirando hacia atrás a través de las puertas delanteras abiertas en el coche, que estaba desbordando con los paquetes de Florence, su única maleta pequeña en comparación.
⠀⠀—No seas tonta, cariño —Flora respondió—. Te acompañaré a tu habitación antes de nada, y volveré al pueblo a por algo de comida —Jane vio como Flora se apresuraba a volver al coche y coger su maleta.
⠀⠀—Bien, espero que no te importe, pero te he alojado en el ático. Es precioso en verano y pensé que te gustaría tener algo de intimidad mientras te instalas —explicó Flora, conduciendo a una Jane con los ojos muy abiertos a su habitación.
⠀⠀Durante la semana siguiente, Jane y Flora dedicaron bastante tiempo a poner orden en la mansión. Jane hizo gran parte del trabajo, ya que Florence no era tan joven como parecía. Cuando Jane bajó a desayunar una mañana, la casa estaba mucho más viva que antes.
⠀⠀—Buenos días, cariño —llamó Flora, que parecía muy animada mientras se paseaba por la cocina. Si los días anteriores sus atuendos habían sido más bien sencillos, parecía que el color había vuelto a ella, y su vestimenta era tan excéntrica como antes.
⠀⠀—¡Buenos días! —Contestó Jane, sonando bastante nerviosa y huidiza al mirar detrás de la mujer y ver a alguien trabajando duro.
⠀⠀—Esta es Angela. Ha venido a ayudarme hoy —Flora sacó una silla y empujó suavemente a Jane para que se sentara en ella, Angela emplató el desayuno que estaba preparando y se lo puso delante de las narices.
⠀⠀—¿Ayudar? Pero yo pensaba... —la chica Everleigh se interrumpió, con el ceño fruncido por la confusión.
⠀⠀—Has estado trabajando muy duro y has estado encerrada en esta casa. Y eso simplemente no va a funcionar. Little Whinging es un pueblecito encantador, y sé que una chica como tú no es de las que se quedan dentro todo el tiempo —Flora le sonrió y la hizo callar cuando abrió la boca para protestar.
⠀⠀—Sin peros ni es ques —la mujer de Adley continuó—. Le he pedido a Angela que te prepare la comida —chasqueó los dedos y la mujer se apresuró a poner una bolsa marrón en la mano de Flora—. Ve a conocer el lugar donde vives, puede que por ahora seas feliz ayudando aquí, pero te prometo que te aburrirás.
⠀⠀Sin poder protestar contra lo que Flora decía, Jane había salido de casa media hora más tarde, con una bolsa colgada del hombro y un mapa plegado en las manos.
⠀⠀Caminando por el largo y frondoso camino de entrada, Jane empujó con cuidado las puertas cubiertas de hiedra que cerraban la casa al mundo exterior y se escabulló, aventurándose de nuevo al exterior después de haber permanecido dentro del recinto desde su llegada.
⠀⠀No tardó mucho en llegar a Little Whinging, siguiendo el camino desde las puertas y unos cuantos postes indicadores. Little Whinging era prácticamente como un cuento de hadas dentro del pueblo original, pero tras explorar la zona principal, Jane tropezó con las nuevas urbanizaciones y decidió dar media vuelta.
⠀⠀Le había prometido a Flora no volver hasta por lo menos media tarde, y con eso en mente, Jane se había metido en un pequeño callejón, examinando el mapa y eligiendo un paseo a lo largo de un río.
⠀⠀Iba a ser un verano caluroso, y el segundo día de julio prometía, las nubes del cielo eran de un blanco esponjoso y una brisa perezosa y cálida recorría el campo.
⠀⠀Pensando que se acercaba la hora de comer, Jane caminó a lo largo del río hasta que encontró un lugar que le pareció bastante cómodo. El coro de los niños que había al final del camino resonó en sus oídos mientras se subía a un árbol y se acomodaba entre las ramas.
⠀⠀Era algo que había hecho mientras estaba en la casa, pero ahora que Flora se la había llevado y le habían dado un nuevo lugar dentro de la vieja mansión, parecía mucho mejor.
⠀⠀Así pues, Jane se dedicó a comer, sin saber que a unos cientos de metros de distancia había un niño que, en unos instantes, se reuniría con ella bajo el árbol.
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