×Four Crazy×

9. No hay encaje.

Antes que nada, una disculpa por no haber publicado nada como en ocho meses, no encuentro una excusa válida, la única verdad es que me dio flojera y después me olvide...

Pero bueno, gracias si es que sigues aquí leyendo este fanfic todo raro, te agradezco, pero bueno, ya no le hago perder más su tiempo y comenzamos la lectura...
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Jian Yi se fue, el nuevo enfermero solo pensó "Solo me falta saber en cual de todos estos cuartos estás, y te voy a sacar de aquí..."

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Unos días después Mo seguía tranquilo, lo que se le hizo raro a He Tian. Su compañero no decía groserías, ya casi ni se levantaba de sus cama, y cuando lo hacía solo era para quedarse sentado a la orilla y ver su brazo.

-¡Hey! Pelirrojo. -Dijo He Tian.

-¿Qué quieres?.- Respondió el contrario.

-¿Te vas a quedar allí sentado todo el día?

-¿Qué te importa?

-Que no tengo a quien molestar si te quedas allí todo el día.

-Pues ve y busca alguien más.

-...-He Tian se quedó callado un momento viendo a Guan Shan.- Hoy no puedo salir, tengo que esperar a una de las enfermeras para que me lleve a terapia.

-¿Enserio? ¿Qué clase de cosas tendría en la cabeza un bastardo como tú?

-¿En verdad quieres saberlo?- Pregunto He Tian y se le acercó a Mo.

Mo comenzó a balbucear y apartó a He Tian, ¿a quien le gustaría saber que es lo que piensa alguien como el?... A mucha gente, talvez, pero a Mo Guan Shan no.

-¡Paciente, He Tian! ¡El doctor Qiu lo espera en su sala!- Llegó Xiao Hui para avisar.

-Ya voy, enfermera Xiao, por cierto, que bien se ve hoy, ¿nuevo corte?

-Oh, jaja, que pillo eres aveces, ven, déjame acompañarte con el doctor.

Los dos se fueron dejando solo a Mo, quién se quedó mirando su brazo de nuevo, ¿Dónde se notaria menos? ¿Dónde se vería más cool? ¿Qué excusa tonta pondría? Ese tipo de preguntas eran las que iban y venían en la cabeza de Guan Shan, al fin y al cabo no podía hacer nada con alguien como She Li.

...

-Enfermera, Xiao.

-¿Si? ¿Qué sucede, He Tian?

-¿Sabe por qué mi compañero de cuarto está tan desanimado estos días.

-La verdad es que es un comportamiento normal, desde que ingreso a dicho que no necesita estar aquí y, tal vez aún necesita adaptarse, eso es lo que sucede con los recién llegados.

-Ya veo...

-¿Porque? ¿Estás preocupado por el?

-Digamos que me aburre un poco su cara larga.- Tan pronto dio la vuelta en uno de los pasillos que conducía a la sala del doctor, choco con un enfermero, unos cuantos centímetros más bajo que el, parecido a la altura de Mo solo que un poquito más alto, con el pelo todo pelado, delgado y ojos grises.

-¡Ay! Disculpé.-Dijo el enfermero.

-No se preocupe.