Tomando el manto.

Capítulo 5 : La muerte no es una fiesta

Hogwarts

Albus se estaba frustrando, primero Harry desaparece sin dejar rastro del Gran Comedor repleto y no puede ser encontrado. Entonces Severus le informa que una de sus serpientes, el Heredero del actual Ministro de Magia italiano, Blaise Zabini también había desaparecido. Como nadie había sido capaz de encontrar a ninguno de los adolescentes, e incluso el hechizo más poderoso y la poción de rastreo no habían podido encontrarlos, Albus había tratado de llamar a Fawks para encontrar a la pareja. Albus sabía que el Fénix podría encontrarlos, pero el pájaro no respondía a su llamado por alguna razón. Ni siquiera podía quejarse de eso con nadie, ya que incluso sus aliados más confiables creían que Fawks era su familiar y no solo un Fénix que había aparecido en Hogwarts hace casi cuarenta años y se había instalado en la oficina del Director.

Mientras Albus intentaba pensar en un encantamiento o hechizo de invocación que aún no había probado, un tono sonó desde la bandeja de entrada mágica conectada a los otros dos puestos que ocupaba. Acercándose a él, exhala un pequeño suspiro de alivio porque la bandeja de entrada que se había activado era la de Wizengamot, no la que estaba conectada a ICW. Al menos no tendría que lidiar con Madam Zabini todavía, pero el Ministerio aún podría ocuparse de su caso por haber perdido al Niño-Que-Vive. Por lo tanto, Albus se sorprendió al ver que el aviso no tenía nada que ver con su arma desaparecida, sino que era de Azkaban con la noticia de que seis prisioneros de alta seguridad, todos mortífagos, habían muerto con diez minutos de diferencia. Si bien una pequeña parte de Albus se alegró de que seis miembros del círculo íntimo de Voldemort estuvieran muertos, planteó el problema de reducir al hombre. s fuerzas que podrían hacer que la guerra que se avecina sea más corta. Eso sería una pena porque si la guerra no fuera larga y sangrienta, no ganaría tanta fama por derribar a Voldemort al final, así como a Potter en caso de que el chico matara a Voldemort. Después de todo, Potter nunca se habría enterado de ningún hechizo que pudiera acabar con Voldemort en Hogwarts, por lo que debe haber usado Magia Oscura para hacerlo y podría convertirse en otra amenaza para todos en la seguridad de Inglaterra. Eso era, por supuesto, si Albus podía encontrar al maldito mocoso. Potter nunca se habría enterado de ningún hechizo que pudiera acabar con Voldemort en Hogwarts, por lo que debe haber usado Magia Oscura para hacerlo y podría convertirse en otra amenaza para todos en la seguridad de Inglaterra. Eso era, por supuesto, si Albus podía encontrar al maldito mocoso. Potter nunca se habría enterado de ningún hechizo que pudiera acabar con Voldemort en Hogwarts, por lo que debe haber usado Magia Oscura para hacerlo y podría convertirse en otra amenaza para todos en la seguridad de Inglaterra. Eso era, por supuesto, si Albus podía encontrar al maldito mocoso.

Punto de vista normal

Harry dejó que las almas que se habían ganado la salida del Infierno lo guiaran hasta el Purgatorio. Perry le había dicho que su primera parada debería ser un edificio conocido como Central Hub que clasificaría las almas que trajo del Infierno, además de ayudar a reparar el alma de Dudley. El Eje Central se lo merecía como un edificio de dos pisos que parecía un ayuntamiento y debería ser fácil de diferenciar de los cuarteles generales/hogares de los Inmortales que estaban ubicados en el Purgatorio. Harry había asumido que la diferencia entre el Eje Central y las moradas de los Inmortales sería una de las apariencias, pero cuando llegó al Purgatorio vio que un edificio de dos pisos lo convertía en el edificio más pequeño. Harry vio que el Purgatorio parecía una especie de callejón sin salida con lo que supuso que eran las casas de todos los Inmortales dispuestas en un círculo con el Eje Central situado, bien en el centro de todos ellos. Todas las casas parecían estar diseñadas en las oficinas de los Inmortales. Habiendo venido del Infierno, Harry estaba más cerca del hogar de la Encarnación del Mal y parecía una escena del Infierno con un pequeño foso de lava alrededor de un edificio que se veía malvado en colores rojo y negro. Harry asumió que su nuevo hogar era una mansión gótica de tres pisos en su mayoría de color negro con varias lápidas en el patio delantero y una puerta de entrada que parecía la parte superior de un ataúd.