ii

104 10 3
                                    









ㅤㅤSus ojos observaban el panorama que le presentaba aquella ventana del salón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Sus ojos observaban el panorama que le presentaba aquella ventana del salón. Francamente, sus ánimos aquel día eran nulos para prestar suficiente atención en clases; solo deseaba estar en algún lugar tranquilo, lejos de todas sus penumbras.

Pronto, sus pensamientos se vieron interrumpidos por la campana que anunciaba la finalización de las clases por el día de hoy. Pestañeó brevemente y frotó su ojo izquierdo con cuidado, para proceder a guardar por completo sus cosas y tomar su bolso.

Aquel día Akane tenía una reunión con el consejo estudiantil, por lo cual nuevamente le tocaba a la joven peli naranja regresar sola a casa por palabras de su amiga, aunque en realidad planeaba esperarla hasta que terminase y así, ir juntas por un helado o un ramen.

Sus pies la guiaron hasta la biblioteca, donde procedería a perder un poco el tiempo leyendo manga, porque no tenia muchas ganas para estudiar y aún tenía el fin de semana para ponerse al corriente de nuevo.
De su bolso sacó aquel tomo que tenía pendiente de Ao Haru Ride, el cual era una de sus historias favoritas a decir verdad.

Una vez dentro de la biblioteca, arrastró sus pies hasta una de las mesas cercanas a la ventana que presentaba el cielo cambiando a unas tonalidades más cálidas. Abrió aquel tomo, retomando la lectura dónde la había dejado anteriormente mientras su mente se dejaba llevar y se concentraba en ello, no obstante, dos voces algo ruidosas terminaron por interrumpir su tranquilidad en un instante.

—¡Baji-san! Ya le expliqué cien veces que así no iba esa conjugación —le regañó un chico de cabellera rubia e inmediatamente aquel apellido llamó la atención de Narumi, terminando por acercarse un poco para espiar a su salvador detrás de un estante.

Tch, si estoy seguro que hice exactamente lo mismo que me explicaste antes, Chifuyu —fueron las palabras para defenderse de aquella vil acusación, como lo denominaba el azabache—. Además de seguro me distra–...

Sus palabras fueron cortadas una vez sus ojos avellana se toparon con aquellos ojos verdosos que había conocido hace un par de días. Para Keisuke, esa mirada apagada resultaba complicado de olvidar en un instante. Es como si estuviera en una tristeza profunda.

—Hey, niña ramen —le llamó a Koyama, haciendo que esta se diera un golpe en la cabeza al intentar esconderse de nuevo, por supuesto, sin éxito, pues el azabache pronto la había visto y sabía que habían chocado sus miradas— ¿Acaso ahora me sigues? Te dije que no fue un favor.

—¡Oye! Te topé por casualidad, ¿Vale? —se defendió la joven con un leve puchero, no obstante, la mirada del acompañante de Keisuke la hizo carraspear para recuperar la postura—. Hola, ¿Eres amigo de Keisuke-san?

—¡¿Eh?! ¡Cómo te atreves a llamarlo por su primer nombre, niña! —el rubio amenazó a la peli naranja, causando que el mayor solo se frotara el puente de su nariz tras retirar sus gafas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

yakisoba & ramen ── 𝐁𝐀𝐉𝐈 𝐊𝐄𝐈𝐒𝐔𝐊𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora