Lazos Eternos

Destino...

Gojo sabía que su relación nunca sería aceptada, no por la diferencia de edad ni por la moral si no por qué su destinado era el actual recipiente de el rey de las maldiciones, para los altos mandos solo significaba una cosa... ¡Hay que matarlo!

Pero para eso aquel chico tenía que comer los 20 dedos de Sukuna, así que lo dejaron vivir un poco más de tiempo pero nunca pensaron que Satoru se interesaría en el.

Yuuji era un beta normal como cualquier otro, bueno lo era antes de comer aquel dedo maldito... Su única meta de vida era ser buena persona, hacer amigos y tener lindos recuerdos no deseaba más, por eso nunca vio como algo negativo el tener a Sukuna en su interior ya que gracias a eso pudo conocer a nuevas personas, logró hacer amigos aunque en el proceso también era lastimado pero sabia que era parte de vivir. Hermosos recuerdos eran su más grande tesoro, la felicidad que sentía era algo que no cambiaría por nada en el mundo y menos al saber si destino... No tenía miedo a morir, le dolía por qué eso significaba dejar a sus amigos pero aún así era algo que tarde o temprano sucedería y hasta cierto punto le aliviaba saber cuándo iba a morir.

Por si parte Gojo era un alfa dominante de el más alto rango, también es el hechicero más fuerte de los últimos 100 años por eso los altos mandos lo consideraban la joya más grande de el mundo, pero Gojo le valía madres lo que pensaran de él, nada lograba captar su atención hasta que conoció a su nuevo estudiante beta que por una extraña razón emanaba un muy ligero aroma a frambuesa ese olor era  imperceptible para los alfas normales como Megumi pero para el que es un dominante podía olerlo...

Cuando Satoru se enteró de la ejecución de Yuuji obviamente se negó a qué hicieran semejante estúpides, pero grande fue su sorpresa cuando su estudiante acepto su destino como si nada ¿A caso su vida no le importaba? A penas tenía 15 años, tenía muchas cosas por vivir...

Intento por todos los medios hacer cambiar de opinión a Yuuji pero no lo lograba y eso lo estaba frustrando como nunca en la vida lo había estado...

- Yuuji aún eres joven...

- Gojo-sensei no importa cuántas veces tengamos está plática ya sabe cuál será mi respuesta

- Pero Yuuji, me niego a que mueras

- Es mi vida y yo decido como acabarla

- Eso lo sé pero me niego a que sea de esa manera...

- Gojo-sensei soy feliz así que a pesar de ser corta puedo decir que tuve una buena vida

A Gojo le dolía escuchar al chico, también estaba confundido pues está era la primera vez que sentía una necesidad extrema de mantener no solo con vida a su estudiante si no que también a su lado... También deseaba marcarlo como suyo con sus feromonas aún si Yuuji es un simple beta...