Delantal

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Cuando las letras estén en cursivas significa que están hablando en español.
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El Día de los Corazones y las Almas Gemelas se celebraba el 27 de agosto en las Islas Hirvientes, y para ese día todavía faltaba. Es más, Amity ni siquiera lo tenía presente en su mente. 

Pero un vistazo a su pergamino para ver la hora fue más que suficiente, fue el golpe bajo que la bruja necesitaba para recordar que día era hoy: eran las 11:34 de la mañana, y también 14 de febrero. 

Los engranajes en el cerebro de la bruja no tardaron en maquinar lo que esto significaba, y es que esto quería decir que estaba en problemas. Debía pensar y actuar rápido si no quería quedarse con las manos vacías frente a Luz. 

Cuando tenían quince años, la humana le contó que en el ya mencionado día del mes de febrero, se celebraba en la Tierra la fecha de los enamorados, el día del amor: San Valentín. 

Lo que podía recordar es que la festividad se llama así por un señor de nombre Valentín, el cual vivía en un bonito cuchitril llamado Rama —o Roma, no estaba muy segura—. Lo que Valentín hizo fue hacer bodas clandestinas en una época en la que estás eran prohibidas por un conflicto que ya no recuerda, hasta ahí llegaba su memoria de aquella explicación. 

Y ahora, con veinte años y unos cuantos meses para los veintiuno, la pobre castaña debía pensar en una gran idea de regalo para Luz, y el tiempo se saturaba: su novia llegaría en una hora o dos, poco más o poco menos, tal y como habían acordado el día de ayer. 

Tenía que ser algo simple, pues la intención es lo que cuenta. Las galletas son una excelente opción y estaba segura de que la iba a librar con esto. Así que se puso manos a la obra, se puso su delantal de Hello Kitty —regalo de la morena, quien le dijo que en español significaba "Hola demonio"— y buscó el único libro de recetas que tenía en su apartamento. 

—Esto debe funcionar, el libro decía que estaría en treinta minutos… —murmuró muy atenta al horno frente a ella, esperando que las golosinas a las que les había dado forma de corazón resultarán en algo muy rico. 

Tenía la confianza muy en alto, trabajar con la masa de galletas fue muy similar a tratar con la mezcla de las abominaciones, solo que menos asqueroso y esta vez, comestible.

Y tan confiada estaba que no contempló la posibilidad de un plan B. Plan que ahora mismo necesitaba pensar con urgencia. 

—Esto es una broma… —se quejó viendo sus galletas hechas carbón, con aroma muy alejado de unas sabor a canela y encima, varias se habían unido y deformado de horrible manera.

La bruja se llevó las manos a su pulcro cabello marrón, jalando ligeramente del mismo y conteniendo sus ganas de gritar, ganas que se veían reflejadas en el brillante rojo de su rostro. 

—Piensa Amity, piensa —se dijo a si misma tratando de pensar en más ideas. Tenía que ser algo rápido y ya, Luz llegaba en poco menos de media hora si es que los cálculos no le fallaban.

Cuando algo cruzó en su mente sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso, pero esta vez no por enojo, sino por vergüenza. Lo que se le había ocurrido era simplemente ridículo y para nada inocente, lo que le quedaba de dignidad lo perdería hoy mismo. 

Pero bueno, todo sea por darle algo a su amada humana: la desnuda con delantal salvaría el día. 

Amity se tapó la cara con las manos y solo optó a caminar torpemente a su habitación para comenzar a desvestirse. Sabía exactamente a dónde iba a llegar esto, y la sola idea de todo lo que Luz hará con ella solo la comenzaba a excitar. 

°Delantal°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora