Me convertí en un villano AllxTakemichi

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"¿¡Cómo!? ¿Vendí mi cuerpo? No sabía que esto era así" se sintió avergonzado de tan solo pensarlo, entrego su cuerpo al par de híbridos con facilidad y ahora Souta también lo reclamaba, lo peor de todo no pudo decirle que no.

—¿Qué me pasa? No se como hacer esas cosas—murmuró un poco, hundió su cara en la almohada esperando que así se le baje un poco la vergüenza, trato de pensar en otra cosa y lo mejor que podía hacer para ello es pensar sobre su proyecto, estaba ansioso deseaba de todo corazón que Shinichiro le dijera que si, podría apostar en algún otro gremio pero lo más conveniente es con su alteza el príncipe heredero.

Sonrío al pensar que al menos se lo estaba considerando. Su idea se basaba en un café con temática de bosque, al ser época de realeza a muchas personas les gustaba el ambiente del bosque, podía incluir tés y olores que relajen a las personas, este es el primer paso, también planeaba poner otro edificio si es que el primero funcionaba como quería, el próximo podría ser al estilo de playa podría vender jugos tropicales y algunas frutas deliciosas y así poco a poco expandir el negocio todo bajo el nombre de ecoT el nombre estaba basando en el ecoturismo, quería darle a la gente la sensación de estar viajando a algún lugar y sentir los diferentes paisajes, aunque claro no seria exactamente ecoturismo pues seria zona construida a manos humanas.

Se levantó emocionado de la cama. Ahora que tenía en mente su nuevo proyecto se dirigió a la biblioteca a buscar un poco de información sobre té, además empezaría a crear el edificio estilo playa que quería, podría cambiar el orden de abrir las tiendas pronto llegaría el calor y las personas buscarían algo fresco para relajarse, se sentía feliz al saber que los tés de boba no existían en este mundo. Durante su estadía en la biblioteca empezó a tomar notas y a trabajar en el nuevo proyecto, tan sumergido estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta que faltaba poco para que saliera el sol y se fuera a la escuela.

—¿Qué hora es?—su vista estaba un poco nublada por falta de descanso y tantas horas trabajando, volteó a mirar el gran reloj que podía verse en toda la biblioteca y abrió los ojos sorprendido, incluso logró espantar el sueño, había estado trabajando sin descanso por casi doce horas, su estomago hizo sonidos señal que estaba muriendo de hambre y su boca estaba reseca; tomó sus cosas y fue directo a la cocina por un poco de alimento y agua—Buenos días maestro.

—Mi discípulo. ¿Qué haces despierto tan temprano?

—Ayer dormí mucho maestro desde que llegué de la academia me la pase durmiendo en mi cuarto—mintió sin culpa, no quería que nadie por el momento además de su nuevo socio supiera acerca de él y su proyecto que está realizando, mucho menos algún subordinado o miembro de la familia Kawata, eso incluía a su maestro y a Takuya—¿Tiene un poco de café?

—¿Café? ¿Esa bebida sin buen sabor que nadie bebe?

—¿A qué se refiere?

—Tenemos café solamente por qué algunos socios han mandado para intentar expandir el negocio pero el sabor amargo es tan insoportable que es imposible de beber.

—Prepare un poco—dijo Takemichi con un poco de asombro, no esperaba que el café no fuera tan popular, en su vida anterior debía al menos beber una taza al día, ahora estaba experimentado un poco la abstinencia de esa bebida negra, extrañaba el sabor y un buen sorbo de esa cosa amarga lo haría sentirse en el cielo pero al momento de dar el primer sorbo lo escupió, sin duda alguna es el café más asqueroso que ha tomado en su vida, un sabor de picor al momento de que se desliza por su lengua y al final cuando lo traga siente como si estuviera tan quemado que es imposible seguir bebiendo sentía que el sabor permanecería por días—¿llamas a esto café?

—Se lo advertí discípulo, incluso no tengo idea de por qué está en el mercado.

—Escuche bien maestro, usted será hoy el discípulo le enseñaré a hacer un buen café, traiga los granos—contestó determinado mientras arremangaba su camisa pero pronto recordó que no tenía los utensilios necesarios—olvídalo se me hace tarde maestro, pronto le haré beber un café que no querrá dejar de beberlo.