CAPÍTULO 18

64 14 0
                                    

TAEHYUNG

Nuestra recepción era una fiesta informal al aire libre en la casa de Suga y JiMin. Cuando llegamos JHope fue a hablar con sus amigos mientras yo iba arriba para cambiarme de mi traje de novio a unas bermudas y una camiseta de vestir rosa floja y sandalias así estaría más cómodo caminando por el patio. Acababa de terminar de vestirme cuando la puerta se abrió y Vachirawit apareció. Su corbata floja alrededor de su cuello. Su saco había desaparecido. Sus mangas enrolladas hasta los codos.

— Hey — dije—. Justo iba a bajar.

—Sólo quería agradecerte —dijo Vachirawit. Tenía las manos en los bolsillos y la mirada en el suelo—. No me conocías, pero me diste un hogar. Me diste... una familia. No tenías que hacerlo, pero lo hiciste y no entiendo por qué. No creo que yo hubiera hecho lo mismo. Confiaste en mí. Me diste el beneficio de la duda. Nadie ha hecho eso por mí.

Puse mi mano en el brazo de Vachirawit y me sentí un poco culpable por pensar que él podría no tener las mejores intenciones conmigo o JHope.

— Tener un hermano hace feliz a JHope. La familia lo hace feliz. Nunca me interpondría en eso —admití—. Hazme un favor, es un poco grande.

—Lo que sea —dijo Vachirawit ansiosamente.

—No lo decepciones. Él ha tenido suficiente de eso.

Vachirawit cubrió mi mano con la de él, la determinación en sus ojos.

— Nunca lo decepcionaría. NUNCA. Ya verás.

—Bien, ahora ve abajo. Sólo voy a lavarme la cara JiMin me obligó a usar algo de maquillaje —dijerascando un poco mi mejilla. Vachirawit se fue y yo hice el trabajo rápido de lavarme. Una sombra cruzó la puerta—. ¿Olvidaste algo, Vachirawit? —pregunté, secando mi cara con la toalla. Me di la vuelta, atrapado completamente desprevenido cuando me encontré mirando fijamente el cañón de una pistola.

JHOPE

No pude encontrar a Tae. Pensando que podría necesitar ayuda con una cremallera o algo, subí las escaleras de dos en dos, pero cuando abrí la puerta de la habitación de YooBin, no lo encontré allí. Lo que encontré fue su estuche de maquillaje esparcido por el suelo, la cómoda dada vuelta a un lado y sangre salpicada en su traje blanco que estaba arrugado en el centro de la habitación.

—Amigo, ¿qué coño les lleva tanto tiempo? Tienen toda la puta noche. Tengo un brindis todo preparado y voy a sacar a la luz alguna mierda que ni siquiera has pensado de cuando éramos pequeños punks corriendo por las calles... —la voz de R.M se interrumpió mientras examinaba la habitación—. Joder, iré a buscar a Suga —bajó las escaleras.

Corrí detrás de él para registrar el lugar por Tae, pero en mi interior sabía que él ya se había ido.

Una misteriosa sensación de calma controlada me invadió. No había tiempo para enfadarse. No había tiempo para preocuparse.

Sólo había tiempo para la venganza.

Del resto me preocuparía cuando mi esposo estuviera a salvo en casa, y la sangre de quien lo tomó estuviera goteando de mis manos.

07. La Vida de Jung Hoseok ||HOPEV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora