Mago infernal

Capítulo 8

Si bien había pocas dudas de que el director era un gran mago, el maestro de pociones de pelo grasiento, sin embargo, ocasionalmente sentía que tal vez la edad finalmente estaba alcanzando a Dumbledore.

La persistencia continua en creer que los estudiantes de Gryffindor y Slytherins finalmente podrían adoptar una rivalidad más amistosa si se los obligara constantemente a asistir a las mismas clases.

El hecho de que nunca usó su poder, ya sea mágico o político, para poner fin a la corrupción idiota que continuaba enconándose en el Ministerio a pesar de los 8 años de paz que siguieron a la derrota del Señor Oscuro.

Y quizás la señal más clara de que estaba cayendo lentamente en la senilidad, su preferencia por las contraseñas que solo un niño, y un niño muggle, usaría.

"Helado de masa de galleta".

Manteniendo su atención hacia adelante mientras la gárgola se movía para permitirle entrar, Snape caminó rápidamente hacia la oficina del Director con un tono ligeramente robótico en su voz.

¿"Usted me convocó Director"?

Haciendo todo lo posible por mantener su irritación al mínimo, el Jefe de la Casa Slytherin descubrió que su ceño se transformaba en un pequeño ceño cuando notó que Dumbledore tenía una expresión que rara vez había visto durante los últimos 8 años.

Miedo apenas disimulado.

"Severus. Toma asiento. Lo que tengo que decir será... difícil de escuchar".

Eligiendo permanecer de pie, algo que sabía que no ofendería al mago mayor ya que ambos sabían que él siempre prefería estar de pie durante sus conversaciones, la expresión de Snape adquirió un matiz ligeramente más desdeñoso cuando Dumbledore procedió a explicar la causa de esta reunión.

"Hace una hora, recibí un mensaje urgente de Arabella".

Aunque sabía que probablemente recibiría una reprimenda por su reacción, el maestro de pociones de piel cetrina no pudo contenerse.

"¿El Squib que tienes que cuidar de Potter? ¿Qué ha hecho ese mocoso ahora para merecer tanta atención?"

Como era de esperar, sus palabras se ganaron una desaprobación por parte del mago barbudo. Pero en lugar de recibir un regaño por sus puntos de vista hacia el engendro del difunto James Potter, Snape fue obsequiado con una vista que lo hizo sentir lástima por el anciano mago.

"¡ALBUS Dumbledore! ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE ESTO"?

Decidiendo que era mejor permanecer en silencio, tanto para evitar llamar la atención de la enfurecida escocesa como para descubrir la razón por la que Dumbledore se veía aún más derrotado que antes, el ex Mortífago solo pudo observar mientras el Director intentaba aplacar su mirada furiosa. colega"

"Minevera yo...".

Pero como era de esperar, esto tuvo el efecto contrario.

"NO ME MINERVERAS ALBUS DUMBLEDORE. TE ADVERTÍ QUE ERAN EL PEOR TIPO DE MUGGLES IMAGINABLES. Y AHORA... Y AHORA...".

Al ver que su colega estaba sin palabras, Snape decidió arriesgarse a ganarse su ira llamando la atención de un Dumbledore que lucía derrotado.

"¿De qué está hablando exactamente, Director?"

Mirando brevemente al animago escocés para ver si respondía a su pregunta, Snape descubrió que su atención estaba firmemente centrada en su superior mientras escuchaba la respuesta en voz baja del director.

"Los Dursley están muertos".

Por primera vez en años, Snape no fue incapaz de mantener su habitual expresión serena.