Pov Emilia
1984...
Al pasar al gran salón me golpeó un fuerte aroma flores, y sonreí
Esto sin duda era obra de Julio, ya no era un secreto que él trabajaba en los campos de la familia de Ricardo, y eso supondría como pudo tener tantas flores en la fuente, está mañana
Sonreí al sentir las luces en mi rostro, y sentí lágrimas bajar por mis mejillas al verlos a todos
Marquitos, ya no tan Marquitos
Carlos, con su peculiar cara de amargado
Los padres de julio, ¡Oh! Su mamá lloraba, me susurro un "estas tan hermosa hija" y yo le dije "gracias"
El padre de julio aguantaba a su esposa y me sonreía mucho
También estaba... La abuela dormida en la silla, espero que esté dormida
Y reí
Julio... Mi julio vestido con un pantalón de vestir negro y una camisa blanca manga larga de vestir con corbata, ¡estaba increíble!
Vi a la madre de Ricardo y le sonreí con cariño, esa mujer era asombrosa y se posicionó a su lado su esposo, quien me sonrió
Estaba la señora Rosa, tan regordeta como siempre
La señora Johana, no se que hacía aquí
Juan y Sebastián algo incómodos, no se caían bien
Y un señor algo mayor, que no pude reconocer
Sentí una mano en mi hombro y me gire, aunque ya sabía quién era
Ricardo...
— Ese de allá – señaló al señor quien se le hacían arrugas en los ojos al sonreir– es mi abuelo
Ay, ¿tendría que devolverle el obsequio?
— Disfruta tu gran noche Emilia – escuché decir a Ricardo y luego un beso en mi mejilla depósito
Sentí como mis mejillas se calentaron y baje mi cabeza
Al subirla de nuevo, voltee a todos lados
Estaba sola en el medio del salón, sentí una pequeña presión en mi pecho, cómo la que sentía al exponer frente a la clase
Pero de un momento a otro se cortó la música, y escuché un leve toque en la madera, como el que hace un pájaro carpintero dos veces
Voltee hacia donde provenía el sonido y vi por primera vez a una pequeña orquesta
Y después de aquello sonó una melodía
Un vals
Debo ya tener el maquillaje corrido, jamás pensé que esto me sucedería a mi, jamás pensé tener todo lo que tengo
Vi a todos mis amigos y sonreí
No necesite un título de tías, primas, abuelas o hermanos
En ese instante tuve a mi familia entera
— Estás tan grande querida – voltee a ver a mi madre, y la abrace, y ella me devolvió aquel abrazo, no sé si por emoción o por seguir la corriente, pero era lo que más necesitaba – ahora a bailar
Al soltarla me tomo de las manos y me hizo girar, reí era algo que no podía superar, me sentía tan feliz
Hasta que mi madre habló
— ¿Viste lo que el jóven Ricardo hizo por ti?– asentí
— Estoy segura que todos tuvieron que ver madre – aunque me refería a julio en ese "todos"
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La calle de atrás
RomanceA veces los amores de nuestra infancia, son los de toda la vida