Seungmin se enamora del hijo del pintor.
🎨 Capítulos MUY CORTOS
🎨 Historia Inspirada/Basada en (CR: J,V,B - 12 & Parálisis - 13)
🎨 Violencia física (⚠️tortura)
🎨 No se permiten adaptaciones
🎨 Lo aparecido es pura ficción y hecho para el entrete...
Hyunjin llevaba un anillo de compromiso en su bolsillo, había quedado de verse con Seungmin en un restaurante lujoso, le pediría matrimonio, los dos ya contaban con 23 años. Habían pasado 9 años desde que el menor tuvo un encuentro con Jerome, las cicatrices aún se notaban en su piel al igual que en su mente, pero poco a poco las estaba superando y volvía a sentirse libre y puro.
Seungmin llegó al restaurante vistiendo un traje negro que le quedaba muy lindo, llevaba en su mano un ramo de margaritas que compró antes de llegar.
Ambos se saludaron con un beso, el pelinegro le entregó su regalo al más alto, quien lo abrazó y lo invitó a sentarse.
Después de una plática entretenida, llegaron al postre, que era un pastel de vainilla con fresas, el favorito de Seungmin. Justo cuando estaba apunto de acabárselo, Hyunjin lo detuvo y se hincó frente suyo.
— Seungmin, yo... me preguntaba si te quisieras casar conmigo, te amo, en verdad lo hago, desde la primera vez que te vi algo dentro de mi me dijo que tú eras el perfecto para mi, y no tengo duda de eso, te amo, estos años que he estado contigo me he dado cuenta de eso — las lágrimas ya se desparramaban de sus ojos y abrió la caja dejando a relucir el anillo que le había comprado, un diamante rosado era la piedra principal de aquel accesorio.
Seungmin asintió y lo agarró, para luego darse un abrazo y poder suspirar tranquilo al tener esos brazos que le daban tanta seguridad rodeándolo. Pero algo no se sintió real, el pelinegro se alejó rápidamente de Hyunjin, una sensación de que lo que estaba viviendo no era real, recordaba lo vivido como si lo hubiera experimentado hacía unos segundos. Sentía que los últimos "años" no habían sido real, algo lo sentía, analizó el rostro del rubio, en definitiva sus ojos no eran los de antes. Algo le había pasado
— Seungmin ¿estás bien? — preguntó tranquilo Hyunjin, su rostro se comenzó a deformar, sus ojos daban vueltas por completo, su boca se comenzaba a alargar y sus dientes se combinaban con los otros, su nariz parecía moverse y convertirse en una figura que el menor no pudo identificar.
— ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? — cuestionó asustado mirando a todos lados, ya no estaban en un restaurante, veía objetos en las paredes pero no podía reconocer cuales eran, los veía, ahí, pero no sabía que eran
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— ¿Hyunjin donde estoy?
— ¿Hyunjin?
— ¡Hyunjin no me dejes solo!
Todo había sido tan Bueno que no podía ser verdad. ¿No es así?
Seungmin ya ni si quiera recordaba de donde conocía a Hyunjin, de hecho, no lograba recordar absolutamente nada sobre su pasado. Le sonaba el nombre de Jerome, pero no podía acordarse de donde lo conocía. Su mente parecía haber sido borrada totalmente.
