𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓: si tuvieras anciedad social, robin haría todo lo posible para hablar contigo, el siempre te notaría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
YAHAS ACEPTADO LA VERDAD: nadie sabía realmente que existías. y honestamente, estabas bien con eso.
Estabas casi escondida a simple vista; siempre estuviste presente en el fondo y alrededor de los demás, pero nadie realmente prestó suficiente atención o se preocupó lo suficiente como para dedicarte una mirada, de algún modo creías que así era mejor; sin embargo, lo que no sabías era que había alguien que sabía quién eras aparte de tus maestros.
Robin siempre notaba tu presencia cada vez que peleaba con alguien: estarías en uno de los bancos de madera de mierda de la escuela, terminando alguna tarea, de vez en cuando levantando la vista una o dos veces cada vez que la multitud que lo rodeaba se volvía más ruidosa.
A veces, ni siquiera escuchaba a la multitud alentándolo a "golpear un trasero" o los gritos de dolor de su oponente, te miraba a ti, esperando en silencio que levantaras la vista de cualquier libro de texto o biblioteca. libro que tenías en tu regazo
Obtuvo tu nombre de Donna, a quien de vez en cuando le prestabas un lápiz.
Después de hacer un esfuerzo por hablar contigo, se dio cuenta de que no solo eras tímida, eras una persona de poco habla con casi el 99% de las personas que conocía (el 1% son tus padres/tutor(es) ofc)
Pero eso no lo desanimó,
Todos los días hacía pequeñas cosas como gestos amistosos para que te sintieras más cómoda con él, como llevar tus libros por ti, comprarte pequeños bocadillos del Grab n' Go cada vez que le das las respuestas de la tarea, etc.
Eventualmente, te sentiste lo suficientemente cómoda como para estar bien limpiando sus heridas y envolviéndolas después de cada una de sus notorias peleas.
Pero eso no era suficiente, el realmente quería conocerte y tú casi no hablabas, como si temieras a que te juzgará por cualquier motivo,
Eso fue hasta que te invitó al autocine para ver el Exorcista, resulto que aquella película te encanto, y durante el trayecto a tu casa inconscientemente comenzaste a divagar sin parar al respecto,
es seguro decir que estaba bastante asombrado, pero sobre todo feliz.
pero no quería asustarte para que volvieras a tu ansiedad social, así que simplemente te dejó hablar y te escuchó atentamente
Por supuesto, le hablaste antes, pero eran principalmente oraciones cortas y respuestas de una palabra.
Pero esto era algo nuevo, en realidad estabas hablando
realmente pensó que esto duraría todo el camino a casa, pensó mal
te diste cuenta de lo mucho que estabas hablando e instantáneamente cerraste la boca
─¿Por qué te detuviste? ¡Quiero saber más! Cuéntame cómo sigue.
Honestamente, te sorprendió que incluso te estuviera escuchando.
La razón principal por la que eras tan callada era porque cuando intentabas entablar una conversación, la gente te ignoraba o mostraba signos de irritación, y eso te llevo a tener ansiedad social.
Después de toneladas de consuelo y más noches de películas de terror, empezaste a disfrutar hablar.
no a cualquiera, sino a el, aunque tus habilidades de comunicación con extraños aumentaron después de estar cerca de él.
Con el tiempo robin pidió ser tu novio de la forma más linda, resulto que también tenías ciertos sentimientos hacia aquel chico rebelde, así que aceptaste.
Eso de algún modo te animaba a habla mas delante de la gente,
pero aún tenías problemas para mantenerlo, especialmente cuando las personas con las que intentabas conversar te ignoraban, incluso si no era intencional
así que cada vez que hablabas con alguien y simplemente dejaban de prestar atención, tu chico aquí les enviaba la mirada MÁS DESAGRADABLE conocida por el hombre.
querría ir y golpear a la persona, fuera chica, chico o algún adulto, no le importaba, pero como sabía que no te gustaba no lo hacía.
pero su mirada inquebrantable llamaría la atención de la persona y haría que te escuchara (aunque fuera por miedo)
Por él te volviste más extrovertida
Él nunca te empujó a hablar ni nada, pero estaba muy complacido de que estuvieras haciendo amigos a diestra y siniestra y ya no te silenciaras tan a menudo.
