One-Shot

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Por fin el infierno habia terminado, al fin ese maestro estúpido se habia ido, pero los 3 estaban demasiados mareados para poder darse cuenta que ya no estaba junto a ellos. Un horrible dolor de cabeza los golpeo, esto se estaba poniendo peor, asi que pensaron en la solución de irse a bañar para calmarse.

Se miraron unos momentos, y el de plumas verdes salió disparado hacia el baño, siendo perseguido por sus otros 2 compañeros de casa. Antes de que siquiera pudieran entrar, la ave cerró rapidamente la puerta, haciendo que el rojo chocara y el amarillo detrás de el.

-Ugh ¡Dejanos entrar!- Gritó frustrado golpeando la puerta, realmente quería que el dolor se detuviera. Hasta por unos pequeños instantes vio al más enano suspirando algo fuerte, agarrandose la cabeza.

-¡Tendrán que esperar su turno! Como líder, lo merezco primero.- Graznó al otro lado de la puerta, el rojo le hubiera respondido si no fuera por el latido de su cerebro.

-¡Dejanos entrar, por favor!- El de overól hizo acto de su voz desesperada, golpeteando varias veces a la puerta esperando una respuesta, pero obvio el pajarraco ya habia abierto la llave de agua y no podia oírlo.

Al verlo tan desesperado, trato de pensar alguna cosa para poder calmar el dolor y recordo que en la cocina habia un cajón con pastillas, estaba seguro que habria alguna para el dolor de cabeza.

-Creo haber visto pastillas, vamos- Ambos caminaron casi corriendo, abriendo varios cajones hasta encontrar el correcto, el rojizo agarro un par dandole una al hombrecillo, obvio antes agarrando vasos de agua para pasarlas.

Se encontraron más relajados, el efecto no fue instantaneo pero parece haberse calmado un poco, claro que dolia pero menos a lo de antes.

Un suspiro de alivio salió del alto, ya estaba mas tranquilo, aunque aún tenia ganas de romperle la cara a la ave.

-Gracias- Pronunció el amarillo antes de sentarse con calma en la mesa donde solían comer, el rojo se sentó al lado suyo. Esto tomaría un buen rato mientras esperaban al tercero, ese bastardo solía tardarse demasiado cuando se bañaba.

Se sentia eterno, pero recien habia pasado 7 minutos, estaba desesperandose al ver el reloj y más con esos molestos ruidos que hacia con la silla su compañero. Intento relajarse enterrando su cabeza entre sus brazos, pero se habia sofocado a los momentos de hacerlo, y cuando sacó su cabeza velozmente y eso lo habia mareado denuevo.

El dolor de cabeza ya no se sentía, pero un extraño calor estaba en la atmosfera, ahora necesitaba definitivamente bañarse. Estaba pensando que se habia enfermado, hasta que se acomodo en su silla, sintiendose raramente bien, tambien toco el mantel de la mesa, estaba fresca, calmando un poco su calor.

Un extraño hormigueo hizo acto de presencia tanto en sus brazos como piernas, haciendolo jadear de la sorpresa. ¿Que estaba pasando? Se estaba asustando, pero su cuerpo parecía gustarle.

Un pequeño quejido llamó la atención del rojo, habia olvidado completamente que el hombrecillo estaba junto a él. Y vió como se estaba sacando el overól con un sonrojo.

-¿Que haces?- Estaba extrañado que se quitara la ropa sin razón alguna.

-D-Demasiado calor... Demasiado...- Vió como no se detenía en quitarselo, asi que el tuvo que interferir subiendole el overól hasta arriba otra vez.

Pastillas (Red Guy x Yellow Guy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora