- Que se joda Chou Tzuyu.
- Entonces púdrete, Minatozaki Sana.
[Advertencias]
[Este escrito contendra angustia, mencion y contenido de otros ships con ambos personajes principales, temas sensibles relacionados con la salud mental, representaciones...
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Jihyo
— Es un trato — Extiendo la mano en su dirección, como un selló.
— Trato — Mina aprieta su mano con la mía y sonríe.
— Te veré cuando termine el primer descanso entonces — Beso su mejilla para despedirme y ahora me centro en cumplir mi parte del acuerdo.
Conseguir el suéter de Mina.
Dijo que se lo dio prestado a una chica que no llevaba otra cosa además del suéter de la escuela, pero que no lo ah devuelto, así que prefiere enviarme a mi en su búsqueda en lugar de ir ella. Pero yo no soy del tipo que hacen caridad.
A cambio tiene que abogar por mi, con Sana. No haber estado con ella en el receso de ayer fue quizás uno de los pocos errores que eh llegado a cometer, está molesta.
Enviar a Mina para convencer a Sana es una jugada maestra, porque Mina es su talón de Aquiles, así que tengo la certeza de que dejara su enojo a un lado solo porque es ella quien se lo pide.
Ahora, tengo que encontrar a una tal Yoo Jeongyeon de cabello corto, esa es toda la descripción que me a brindado Minari. También dijo que era linda pero eso no es de mucha ayuda ya que hay muchas chicas lindas por aquí.
Veo a muchos chicos y chicas caminar lejos de sus respectivos salones para ir a la cafetería o con sus amigos, a simple vista no hay una chica con el cabello corto. Comienzo a preguntarle a algunas personas si conocen a Yoo Jeongyeon, pero nadie me da uso de razón.
Vuelvo a entrar a mi propio salón para sacar un poco de dinero, voy a comprar algo de comida en una máquina expendedora mientras sigo en búsqueda de Jeongyeon. Pero alguien más entra corriendo.
— ¡Gracias Dios! — Dice Roseanne Park — ¡Sabía que aquí estaba!
Por el rabillo del ojo puedo ver cómo levanta un objeto color caqui y lo abraza con fuerza. Sonríe tanto que me preguntó que es.
— ¡No vuelvas a hacerme eso! — Besa el objeto una y otra vez, me parece muy caricaturesco pero supongo que ella es así.
Sonrió Inevitablemente, pero luego ella levanta la cabeza y me observa, cuando se da cuenta de que eh estado viéndola sus mejillas se tiñen de rojo.
— N-no encontraba mi cartera... — Me muestra el objeto — No pienses que estoy loca y que hablo con los objetos así como así - Se explica — Solo... Es dinero, ¿Ya sabes no? — Su mirada está llena de vergüenza.
Rosseane es algo torpe pero quizás ese es su encanto.
— No te preocupes, entiendo, dinero — Le resto importancia para que deje de sentirse así — Yo haría lo mismo.
— Si, bueno...
— Es bueno que hayas encontrado tu cartera — Camino hasta la salida del aula — ¿Tu nombre es Roseanne, cierto?
