La Mansión Gris

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- ¿Sigues aquí?.
- Claro, me pediste que me quedara - respondió Gloria.
- Y te quedaste... ¿Por qué? - Era la primera vez que accedía a permanecer en mi departamento hasta el día siguiente.
- Ni yo lo sé - Miró hacia la ventana - Curiosidad supongo.
- La curiosidad mató al gato - Lancé un suspiro triste - Eso me da a suponer que estás lista.
- Si, creo...
- No lo hagas si no quieres - No debía dudar, era riesgoso - Podemos posponerlo.
- ¡No! - la miré con curiosidad, era impetuosa - Quiero decir que ya no puedo con la duda además que yá evalué los riesgos y pérdidas y nada cambiaría en mi vida, perdí mucho...
- ¡Muy bien entonces! - me levanto de la cama, voy hacia el baño - ¿Vienes?.
- No, yo ya me duché al amanecer - Sonríe con burla - Mejor si te apuras.
Niego con la cabeza y entro al baño, normalmente tardo un poco pero ella me esperaba así que tomo una ducha rápida, cepillo mis dientes y con toalla en cadera salgo. Gloria no se encuentra en la habitación así que asumo que está en la cocina, debe estar preparando el desayuno. Me fijo el reloj y aún es temprano, 6:30 a .m.
- Hugo ¿Ya estás listo? El desayuno ya está - Me tardé un rato más para ponerme la ropa elegida.
- ¡Al fin! Se estaba enfriando el café - Gloria es amante del café, a mí no me gusta tanto - Pero a ti te da igual...
Salimos del departamento media hora después y tomamos un taxi, ella estaba expectante a las indicaciones que daba.
- Vaya hasta la salida norte de la ciudad y siga el camino empedrado a un costado de ahí le daré las siguientes instrucciones - el conductor estaba un poco confundido - No se preocupe, le pagaré lo que sea necesario.
Partimos y Gloria comenzó a contarme otra de sus anécdotas extrañas.
- ...estaba esperando a que Paul entrara pero como sabes lo despistado que es, entró a otra casa...
No recordaba la mayoría de esas anécdotas a pesar de que estaba ahí, no recordaba muchas cosas después de ese accidente.
- ¿Me escuchas? Estás ido - Me miraba curiosa - ¿Piensas en ella?
- No. - Me dirijo al conductor - ¿Ya estamos cerca?.
- Si señor, cruzando esa arboleda ya salimos de la ciudad.
- Muy bien, recuerda que es por el camino empedrado y de ahí nos llevas hasta la mansión Gris.
- Eh... ¿Los espero?
- No será necesario - Me mira extrañado desde el retrovisor y no lo juzgo, es poco común que alguien vaya a ese sitio a quedarse, por la fama que tiene.
Veinte minutos después llegamos al lugar indicado, la mansión inspiraba admiración y miedo. Era una estructura masiva, antigua; bien cuidada y siempre iluminada.
- Así que... Llegamos - Noto duda en su voz, debí postergar la visita.
- ¿Estás segura? Aún podemos regresar.
- Estoy segura, solamente estoy nerviosa.
- Bueno, entremos entonces - La guío hasta la entrada - Quédate detrás mío hasta que te anuncie, no mires directamente hacia los ojos del Duque y solo habla cuando te lo pidan.
- Entiendo... ¿Algo más? - Veo que está nerviosa pero camina con determinación.
- Si, presta atención a todas y cada una de sus palabras. Ellos no repetirán las instrucciones y si no las sigues estando dentro, será muy riesgoso para tí; yo confío en ti Gloria, nunca lo olvides.
- Muy bien, no lo haré. - Justo antes de llegar al jardín más próximo a la entrada me sujeta del brazo, me mira con diversión y me besa.
- ¿Qué fue eso?
- Una despedida.

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