Campeones del mundo

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—Perdí mi gorra —dice Paredes haciendo puchero, luego de que él, Ota, Leo, Ángel y Rodri zafaran del cable.

—No empieces, loco —le dice Rodrigo.

Juli se acerca y abraza por detrás a Paulo.

—Mi amor —sonríe Dybala.

—¿Chi? —Julián lo mira.

—Te ves muy sexi con esa camisa —sonríe el de Laguna Larga.

Juli sonríe pícaramente, y se muerde el labio, y sigue comiendo su sanguche.

—¿Y si me comés a mí en vez de al sanguche de milanesa? —sonríe Paulo atrayéndolo hacia él.

Juli, aún con el sanguche en una mano, pasa los brazos por su cuello y lo besa.

Paulo sonríe y le corresponde, y le muerde el labio. Su novio abre su boca y Dybala mete su lengua. Álvarez jadea y se acerca más a él, sintiendo como Paulo lo acariciaba levemente debajo de la camisa. Paulo acaricia donde puede y como puede sin dejar de inspeccionar la cavidad bucal de su chico.

—Te amo —le susurra en su oído el mayor, al separarse.

—Y-yo también —susurra Juli.

Paulo besa su cuello, y sonríe al escuchar el jadeo de Julián.

—Me gusta escucharte —le dice.

—Y a mí me gustás vos —le dice Álvarez y se muerde el labio.

—¿Qué buscás, araña? —sonríe Paulo.

—Nada, Joyita —sonríe el calchinense y se vuelve a lamer el labio.

Paulo lo atrae más hacia él mientras Juli se sigue lamiendo el labio.

—Si no estuviéramos en este descapotable te haría de todo —le dice Paulo.

Juli sonríe al escuchar eso.

—Apenas bajemos de acá te dejo hacerme lo que quieras —susurra en su oído, sabiendo que aunque quería no podían hacer nada ahora.

—¿Todo lo que quiera? —sonríe Dybala.

—Todo. Me encantaría hacerlo ahora pero no podemos —dice Julián lamiéndose el labio.

—No me provoques, Álvarez —le dice el lagunense.

Juli sonríe con inocencia y lo sigue haciendo. Paulo lo da vuelta y apoya su miembro en la parte de atrás disimuladamente.

—¿Viste como me ponés? —le dice.

Juli sonríe y se mueve levemente, soltando un leve jadeo.

—N-no. —Dybala se muerde el labio, y Julián lo vuelve a hacer con un suave jadeo. Paulo trata de ahogar su gemido—. J-Julián, h-hay m-millones de personas.

—No hice nada —lo mira con inocencia Álvarez.

—Sí hiciste. —El de la Roma señala hacia abajo.

—Epa, epa —dice Julián luego de mirar y sonreír con picardía y burla.

—Te mato, Álvarez —bufa Paulo.

Juli sonríe y se aleja para ir un rato con Enzo. Sabe que Paulo lo va a matar y probablemente lo castigue bastante cuando estén solos.

—¿Qué le hiciste, boludo? —le pregunta Fernández.

—¿Yo? Nada, ¿por qué le haría algo? —dice el 9.

—Porque se lo nota ¿furioso?

—¿Ah, sí? —Julián mira a Paulo.

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