Mujeriego (J. Álvarez x E. Fernández )

capítulo cinco

(Julián)

no podía creer lo que había visto, ese cambio repentino, paso de besarse conmigo y crear una escena falsa de amor, a caer en un lugar lleno de trolas baratas que se ofrecen a cojer como si fuese algo cotidiano. bueno, para ellas si.
pero no lo puedo odiar, me tiene muy pelotudo, muy ante sus pies, pero aparte con lo que me conto, siento la culpa que carga.
no poder amar a quien quieras es frustrante y lo puedo llegar a entender, pero cual fue la necesidad? de un dia para el otro cambió repentinamente.

[...]

-tiene buenas chicas usted- le susurra al dueño del prostíbulo, quien lo mira con una cara de orgullo.

sale Fernández de ahí, y se encuentra con el auto que Julián había alquilado. se sube y hacen un silencio tenso. el castaño estaba enojado. Álvarez es muy bueno y todo lo que vos quieras, pero nadie lo quería ver enojado, ya que los que son mas difíciles de hacer enojar, mas bravos son en ese estado.

-que te pasa?- le pregunta el morocho, tratando de apaciguar la situación.

-a vos que te pasa?- responde el susodicho -haciendo escenas estúpidas conmigo, diciendo que tenias miedo de amar. a quien podes amar vos? no tenes corazón- aceleró el auto, derrapando para dar la vuelta hacia su destino.

Enzo no sabía que decir. lastimó a su amigo. no mintió cuando le siguió el beso, le encantó, pero no supo que pasó por su cabeza que termino en ese atroz lugar.

-Juli, te lo puedo explic- -

-no quiero explicación de nada, al fin y al cabo, nosotros solo somos amigos, no?-

esas palabras le dolieron a los dos, sabiendo que querían se algo mas que amigos. Julián confirmó que en ese momento solo eran amigos, pero nunca se sabe que te deparará el destino.

[...]

llegó dando portazos, esquivando a su menor que trataba de arreglar las cosas.

-basta, Enzo, no quiero que me digas nada, dejame de romper las bolas un rato-

-quiero decirte que fue lo que pasó, por favor, escuchame- ni el sabía que fue lo que le pasó, pero algo se le iba a ocurrir.

-tenes 5 minutos a partir de ahora para decirme que mierda fue todo esto-

-b-bueno yo- no podía hablar de las ganas de llorar, de lo sumiso que se sentía ante la fuerte presencia de Álvarez -quiero que entiendas que no estoy en mis mejores momentos, y haberme enamorado de vos no fue fácil-

-dijo que se enamoró de mi?- esas palabras resonaron en la mente del mayor.

-tengo problemas en mi familia y no puedo solo, tengo a mi ex que quiere que volvamos y yo solo quiero vivir mi vida en paz- una lagrima hizo presencia es los ocuros ojos del morocho, quien con la mirada pedía un abrazo de Julián.

el castaño estaba procesando todo, necesitaba espacio y tiempo, le iba a pedir a Enzo que se retirara, pero iba a ser peor para los dos, porque se necesitaban. necesitaban los besos y abrazos que se brindaban, asi que solo fue a arroparlo con sus brazos y esconder su cara en la curvatura del cuello de su menor.

el corazón del morocho se alegró igual que él, y le correspondió el abrazo pasando sus brazos por el cuello de Julián.
el susodicho besaba la curvatura, dando pequeños piquitos al pibe que lo tenía mal.

Enzo quedo estático, y no supo en que momento su compañero le hizo upa pero quedo prendido como pulga a él.

apoyo lentamente al morocho en la cama, mientras le daba dulces besos de arriba a abajo. subió hasta su oreja y le susurro un pequeño "te amo". se estremeció ante la voz ronca de su contrario. cerró los ojos y disfrutó del momento.

Julián levantó la remera de su menor y empezó a succiona uno de los pezones de aquél mientras que con sus dedos hacia pequeños circulos en el sobrante.

el menor largaba pequeños jadeos y algunos gemidos, una melodía fina para los oidos de la araña.
se aferraba a las sabanas por el placer de ser sometido a las maniobras de Julián, que parecía ser experto en este tipo de cosas, mientras que Enzo siempre hizo el trabajo de "hombre", ahora le tocaba ser la "mujer", y le estaba gustando.

gemidos entrecortados salían de él, ya no estaba en sus cinco sentidos. undido en placer y deseo. se acariciaban mutuamente, regalandose unos "te amo" entremedio de los besos.

Álvarez introdujo tres dedos en la boca de su contrario, quien con gusto los lamia de arriba a abajo mientras lo miraba con esos ojos inocentones que suele hacer Fernández.

Julián se estaba volviendo loco, el calor lo estaba sacando de su órbita, y ver a Enzo en este estado de sumisión completa hizo que despertara su lado animal.

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dedicado a: xzylmm <33

tengo pensado muchas escenas iguales a estas, con detalles y todos, si les parece, comenten asi las agrego a la historia
voten la historia si no es mucho pedir ♡