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Una escuela en la que no importa tu clase social, no importan tus calificaciones, no importa quién es tu familia y tampoco importa qué superpoder tengas. Pero, ¿y si no tienes superpoder?.
Lo importante es cuántas batall...
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• Wooyoung •
Considero que el hogar es aquel en el que uno puede sentirse seguro, a salvo, en el que puede sentir las cosas más hermosas.
¿Ustedes tienen su lugar seguro?, pueden contarme.
Mi lugar seguro se llama Jung KyungMin, el pequeño que me hizo el chico más feliz cuando nació.
Ese niño me ha dado los momentos más preciosos de toda mi vida y ha estado ahí cuando mi único deseo era dejarme caer desde un lugar muy alto sabiendo que no tengo alas para volar, tampoco el superpoder.
Él ha dicho que mis piernas son cómodas cuando le conté que me parecían feas. Él ha mimado mi cabello cuando le dije que estaba horrible. Él me ha acompañado a ir de compras porque no me gusta ir sólo. Él ha merendado conmigo porque es mi hora favorita del día. Él ha dormido conmigo cuando mis miedos me atormentan. Él ha sostenido la linterna porque le tengo miedo a la oscuridad. Él ha puesto curitas en mi rostro, brazos y piernas, también en mi estómago porque suelo rasguñarme. Él ha cortado mis uñas para que no lo haga más.
Él es mi hogar, y ahora sólo quiero estar ahí.
•••
— Ya basta...duele
Soyeon es peor de lo que todos creyeron, llegando al punto de que hasta el Rey y la Reina no tienen mucha junta con ella, tampoco el Príncipe, al cual no le interesa mucho la vida a su alrededor, al menos eso demuestra. La gente le teme, los típicos "bravucones" salieron a la luz cuando ella llegó, hizo algo así como un grupito y, ¿las víctimas?, WonYoung y yo, pero una se podía defender, y yo solo podía estar ahí, siendo levemente quemado por un idiota que controla el fuego o una mierda así.
Sonó el timbre y me soltaron. Me levanté, me miré en el espejo del baño en el que estaba y mi cabello estaba desordenado por los tirones, mis brazos algo quemados y mi ropa también desordenada.
Me puse una cremita en las quemaduras y me prometí no llorar. Entonces, me miré en el espejo nuevamente y una lágrima salió de uno de mis ojos.
Otra, otra, otra, otra.
Ha pasado un mes, y me siento desagradable por no poder hacer nada.
— Nunca me diste tanto asco como ahora, Jung Wooyoung
Desearía que esas palabras jamás hayan salido de mi propia boca, pero así de bajo fui capaz de caer.
Mi abdomen picaba mucho, por eso las líneas de sangre que creé con mis uñas.
Cerré mis ojos con fuerza y me dí cuenta de que sólo hacía falta un poco más de ésta mierda para terminar de detestarme, porque vamos, un año entero de paz y tranquilidad no sirvieron para olvidar todo aquello que he pasado desde que soy un crío.
Volví a mirar al espejo, y con él, Choi San también me miró.
