𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐍̃𝐈́𝐀 ᝰ 【𝐒𝐚𝐧𝐖𝐨𝐨 - 𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙】

• 11: No soy solo yo •

Wooyoung caminaba a casa de San a paso lento con las manos en los bolsillos y con la capucha de su buzo (era de San en realidad) puesta porque hacía algo de frío.

A pequeños pasos, poco a poco y acercándose cada vez más al puente desde el que se podía ver el río, escuchó voces, bastante conocidas a decir verdad.

— ¿Quién te crees que eres, zorrita?, a mí no me vuelvas a hablar así, ¿me oíste?, nunca más.

— Conmigo no hace falta que hables, linda, puedes tener la boca bien llenita.

Jung hizo cara de asco al escuchar a Hanse. Se asomó un poco para ver lo que estaba pasando, los tres bravucones estaban molestando a una chica, la reconoció, era de su otra escuela y era amiga de Willow.

Oh...Willow estaba ahí también.

— Te dije que tenías que traer lo que te pedí o no podría ayudarte, idiota, ¿por qué no solo me hiciste caso?

— Willow, es droga, no podía.

— Lo siento, yo realmente te quería.

La chica (Woo recuerda su nombre, era Choi YunJin y su superpoder era la Cloroquinesis, no conocía su debilidad pero estaba seguro de que la estaban usando en su contra) quiso comenzar a gritar pero Namjoon tapó su boca y la colocó del otro lado de la reja que evitaba que alguien caiga al río.

— Tírala.

Namjoon no lo hizo, fue Soyeon quien la empujó, pero todos estaban ahí.

Y él no pudo hacer nada.

•••

Un cuerpo fue encontrado en el río ésta mañana por una mujer que caminaba con su hijo hacia la guardería de él.
Según el testimonio de la mujer, ella siempre tomaba aquel camino y ésta vez se desvió para cuidar de su hijito que había ido en busca de su pelota, ahí fue cuando, no muy lejos, vió el cuerpo sin vida de la joven estudiante Choi YunJin.
Han confirmado que la joven murió ahogada y se tiene la sospecha de que se trata de un caso más de suicidio.
La hora de muerte se da entre las diez y once de la noche del día de ayer.
Los mantendremos al tanto.

•••

— San...ésto es mi culpa, mierda.

— Basta Woo, el miedo no te dejó actuar rápido, está bien, no me llamaste para avisarme y no pude ir rápido, pero no es tu culpa, tú no podías hacer nada, no contra ellos. Lamento que hayas tenido que ver eso bonito pero no te culpes, no es tu culpa, ellos son unos asesinos y ya.

— Pudiste haber ido en segundos y salvarla, ahora ella...ella está muerta por mi culpa Sanie.

San le dió un fuerte abrazo al más pequeño intentando consolarlo y convencerlo de que todo estaba bien, de que no debía culparse, además, también debería decirle que denuncie el asesinato, pero eso sería después cuando se calme.

— Todo estará bien, pequeño.

Wooyoung no había podido dormir en toda la noche por pensar en lo que había visto.
Después de presenciar aquello corrió a casa de San con toda la fuerza que podía, antes de eso lo llamó entre llanto diciendo "se está ahogando alguien Sanie", San no dudó en aparecer a los segundos pero no pudieron encontrar el cuerpo de la chica, estaba horriblemente oscuro y Jung estaba demasiado ansioso, debía calmarse.

Rendidos y sin poder controlar a Wooyoung, fueron a casa del mayor, estuvieron toda la noche despiertos y San cada tantos minutos iba nuevamente al río a ver si la chica estaba ahí, pero no la encontró, la corriente de aquel río era horriblemente fuerte.

Después de horas y horas al fin pudieron ver en las noticias el aviso del fallecimiento de la joven.
Jung logró dormirse con la cabeza en el regazo de su amigo quien comenzó a acariciar con delicadeza su cabello y su carita.

— Descansa, angelito.

•••

Eran las seis de la tarde cuando Wooyoung pudo abrir los ojitos después de esa larga siesta. Alzó la mirada dándose cuenta que se encontraba abrazado al torso de San mientras este dormía en una posición algo extraña e incómoda en el sillón.

Suspiró y quiso alejarse, pero decidió tomarse unos segundos para admirar el relajado y bello rostro de Choi al dormir.

— Es impresionante lo bien que me haces, Choi.

Aquello lo susurró sin poder evitarlo.

— Y es impresionante lo mucho que te quiero, Jung.

Wooyoung pegó un suave saltito al escuchar la voz de San quien seguía con sus ojitos cerrados.

— Ven aquí, hay que dormir un poco más – A wooyoung no le dió tiempo ni de reaccionar cuando San los acomodó a ambos en el estrecho sofá y lo abrazó como si fuera un peluchito – Después puedo cocinar algo, ¿se te antoja algo?

— No tengo muchas ganas de comer.

— Pasta con crema, hecho, ahora a dormir.

Wooyoung soltó una suave risita y se giró dejando a San abrazándolo por la espalda.

— Oye San...¿crees que deba denunciar lo que ví?

— Debes hacerlo, Wooyo.

— Es la primera vez que veo que no soy solo yo, San, había una persona ahí en el mundo que también sufría ésta mierda y ahora está muerta, y no pude hacer nada por ser un mortal asqueroso.

— Nunca más vuelvas a decir eso, Jung Wooyoung – Woo sintió un escalofrío cuando San le habló con voz firme al oído. Podía sentir su respiración detrás de su orejita – No eres asqueroso, eres maravilloso y una persona preciosa, ser mortal no te hace asqueroso, te hace único, simple, una simple belleza.

Jung no dijo nada más y simplemente se acurrucó para evitar que San vea su sonrojo.

Esa tarde al menos hasta las ocho, ambos durmieron en cucharita sobre el sofá de Choi, ambos en su mundo y su cariño.

•••

San se levantó con mucho cuidado y cocinó para su amigo y para él, pero le daba algo de lástima despertar al bonito chico que dormía tan pacíficamente sobre el sofá.

— Woo...vamos, debes comer algo.

Ambos comieron juntos y Woo sin poder evitarlo lloró un poco arrepintiendose nuevamente de no haber hecho nada para salvar a aquella chica.

— Mañana mismo iremos a ver a Yeosang hyung, ¿sí, bonito? – San se acercó a abrazarlo y lo ayudó a terminar de comer.

Porque Woo no era el único que sufría y junto a San se encargaría de hacer justicia, porque se harían buena compañía.