'Como los recuerdos que compartimos, Han crecido tanto, El verano ya pasó y es otoño
He estado esperando todo este tiempo...'
donde solo vive en los recuerdos que una vieja cámara le dejó.
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— dale flaca, soltá un rato esa cámara. — habló el morocho mientras tapaba con su mano el lente de aquella SMX F40 roja de su novia.
— tené un toque más de cuidado boludo, mira vos si me rompés la cámara. — la castaña le dió una mirada asesina al chico. — aparte, esto es muy importante. — destacó la chica. — la mente humana es muy frágil como para conservar las memorias solo en la mente. por eso las cámaras son indispensables, para conservar aquellos recuerdos con imágenes y de manera más precisa.
mientras ella buscaba alguna marca en aquel objeto tan preciado, él la admiraba con adoración, algo que solía hacer cuando ella no se daba cuenta. admiraba como sus rizos castaños se elevaban desordenadamente por la brisa, como su piel color caramelo brillaba ante las luces del atardecer y como esos hermosos ojos avellana que le robaron más de mil suspiros brillaban con un brillo especial, un brillo que estaba presente solo cuando estaba con él.
— no puedo creer que estoy sintiendo celos de chatarra esa, a mi nunca me das tanta atención. — protestó con voz dramática.
ella dejó de realizar su labor y miró al chico ofendida.
— esto no es una chatarra, ivan raúl buhajeruk fernández, esto. — levanto la cámara. — es mi vida.
el solo soltó un suspiro de rendición causando una pequeña risa de la chica.
al notar que la cámara se encontraba intacta, la chica se recostó junto a su pareja y enfocó el rostro de ambos.
— y estamos aquí otra vez. — dio su típica sonrisa. — aquí su encantadora servidora. — Hizo el signo de paz con su mano libre. — Y con Iván alias spreen, alias el amor de mi vida. — Y apuntó la cara al chico, quien con un pequeño sonrojo en las mejillas dio su típico saludo.
