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Capítulo uno

El día que Light esperaba que no llegara, llegó. ¿Cómo es posible que Teru haya pasado a formar parte de los sexualmente activos hace dos días? Se suponía que él era su compinche en esto de ser los vírgenes del grupo. Si es sincero, creyó que si alguno de los dos dejaría de serlo primero, ese sería él, no Teru. Honestamente él no tiene problema en admitir que es un muchacho de veintiún años que jamás ha tenido relaciones sexuales con nadie, pero desde que inició la universidad es un tema recurrente, ha visto a chicos morrearse sin tapujos en cada esquina y la presión de los demás, junto al hecho de que su amigo haya saltado del barco antes que él, comienza a afectarlo.

—Les digo, fue maravilloso... —continúa Teru, caminando por el campus junto a Light y Matt— No entro en detalles porque Kiyomi me gusta mucho y mi intención no es exponerla. Y si se los cuento es porque son mis amigos pero como me entere que andan hablando de más les juro que van a conocer al verdadero Teru Mikami. —Advierte, levantando el índice.

Light suspira, no ha comentado nada en ningún momento. Cada detalle que su amigo brinda le parece más inverosímil, ¿cómo que ya se acostaron y ni siquiera son novios? De todas las personas nunca imagino que justamente Teru accediera a algo como amigos con derecho.

—¿Entonces no nos vas a contar cómo se la metiste ni en qué posición la pusiste? —El pelirrojo enarca una ceja, mostrándose decepcionado mientras se busca en los bolsillos algún cigarro que de casualidad haya dejado olvidado.

—No seas vulgar, Mail. Respeta a las mujeres. —Teru arruga la nariz, viéndolo de reojo. La universidad es un mundo interesante, terminas siendo amigo de cada personaje.

Los tres continúan caminando, cada uno con una expresión diferente. Light decepcionado aunque intenta disimularlo, Matt apático por tan pobre descripción y Teru con una sonrisa embobada. Éste último ni siquiera piensa que su experiencia afecta a uno de los presentes, de saberlo ni siquiera habría tocado el tema, en su caso es emocion pura por haber sido aceptado por una chica que en verdad le fascina.

—¡Hey, los estuvimos buscando! —Mello se cuela en el trío, jalando a Near luego de haberlos alcanzado— ¿Pensaban irse sin nosotros?

—Les estuvimos llamando y nunca contestaron. —Matt encoge los hombros, dándole una calada al cigarrillo que por fortuna encontró.

—Bueno es que se nos atravesó un chismesito y cómo negarnos, ¿verdad, enano?

—Kiyomi le estaba contando a sus amigas que ella y Teru no salieron de la habitación todo el fin de semana. —Responde Near con voz monótona, abrazándose a la cintura de Matt, quien le pasa un brazo sobre los hombros.

—¿Qu-Qué...? —Tartamudea Teru, poniéndose rojo— ¿Ella... Ella está hablando sobre eso?

—¡Pero siéntete orgulloso, hombre! —Mello le da un par de palmadas en la espalda, más fuerte de lo necesario— ¡Esa mujer está fascinada!

—El único que falta es Light. —Comenta Near, sin un ápice de emoción en su voz a la vez que estira un brazo para ofrecerle la mano a Mihael, quien sin dudarlo enreda sus dedos entre esas falanges pálidas.

Mientras que algunos son cursis como Teru y pacientemente esperan por la persona que les gusta, otros van por la vida dando amor a quien se deje.

—¿No has pensado en abrirte un perfil en esos chats para conocer gente? —Cuestiona Mello, acercándose a la redondita mejilla de Near para plantarle un beso.

El castaño pone los ojos en blanco, intentó ignorar el comentario anterior pero no tiene caso seguirlo haciendo, sabe que la conversación ahora se volcará a él, ¿por qué? Porque es el único virgen del grupo.