Capítulo dos.

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Light abre la puerta y saluda muy por encima a su madre y hermana mientras corre escaleras arriba, diciendo que tiene un proyecto importantísimo en el cual debe avanzar. Una vez en su habitación apoya la espalda contra la puerta y respira profundo intentando calmarse, acto seguido dirige la mirada hacia la laptop que tiene sobre el escritorio. Contrario a la prisa que traía minutos antes, no corre hacia ella, en cambio observa la hora en su reloj de muñeca y concluye que lo ideal es esperar un poco, si se conecta justo a la hora que acordaron se vería muy desesperado y sospechoso, ¿verdad?

Esperar diez minutos le parece prudente, los cuales se le vuelven eternos. Lanzó el bolsón a la cama y acomodó sus cuadernos un poco para estudiar más noche pero tras eso no ha dejado de dar vueltas en la habitación, esperando que pase el tiempo.

Al igual que el día anterior, un cosquilleo se apodera de la parte baja de su abdomen. Lo asocia con la curiosidad, se pregunta cómo luce L, qué aroma tiene, ¿tendrá algún tipo de hobbie o manías?

Cuando pasan los diez minutos corre a la laptop pero antes de poner sus credenciales en la página detiene los dedos sobre las teclas. De pronto la realidad le llega de golpe, es un chat donde la gente busca sexo como bien lo dijo L, y que bien es cierto que ese es el motivo por el cual él decidió abrirse un perfil, para dejar de ser el tarado de veintiuno que sigue siendo virgen, sin embargo L es... hombre.

Hace memoria intentando recordar las veces que encontró atractivo a alguien, admite que en el colegio había algunas chicas que se le hacían lindas pero nunca al punto de querer cortejarlas. Recuerda entonces la pregunta de L acerca de los chicos, lo único que puede decir es que siempre se sintió más cómodos con ellos que con el sexo opuesto, lo cual no le parece raro, es normal que sienta más afinidad con los de su mismo género.

Termina de escribir el correo pero antes de proseguir con la contraseña vuelve a detenerse, su mente dándole vueltas a todo lo que encuentra a su paso. Se muerde los labios nervioso, ¿y si al final resultara que a él le gustan los hombres? Supone que no tendría nada de malo pero a la vez no tiene sentido, ya lo sabría de ser así. Le vienen las palabras de L a la cabeza, sobre reprimirse inconscientemente por miedo a ser juzgados; a decir verdad tiene un punto, si sus preferencias se inclinarán hacia el mismo sexo no se ve admitiéndolo así por así frente a sus amigos, pese a que Near y Mello son abiertamente homosexuales y Matt bisexual. Mucho menos se ve hablando de ello con su familia; su padre es un hombre ejemplar, reputación intachable y valores muy definidos, a su manera siempre les ha hecho saber lo mucho que los quiere pero también es un hombre severo, no tiene idea de cómo reaccionaría.

Suspira intentando deshacerse de esos pensamientos, no quiere echarse para atrás así que escribe su contraseña y le da ingresar de un tirón, sin pensarlo para no retractarse. Por algún motivo no quiere dejar colgado a L, sino fuera por él quizá no hubiera entrado de nuevo a esa página pero ya quedaron ayer en volver a conectarse. Tampoco es como que deba pasar algo entre ellos, solo van a chatear y ya...

Al entrar a su perfil los mensajes comienzan a bombardear su pantalla, muchos más que ayer. Lo primero que hace es editar la descripción, dejando solamente "no me interesa chatear con nadie". Puede que no tenga sentido pero sí decidió entrar de nuevo fue solo por L, quien justo le escribe cuando él se disponía a buscarlo entre tantos perfiles.

>«Pensé que no te conectarías, bebé»

Ahí iba el mote de nuevo, pero que lanzado. Sin embargo a Light no le molesta, tampoco le presta tanta atención cuando se siente tan orgulloso de que los minutos que esperó hayan surtido efecto.

>«Lo que pasa es que tengo que avanzar en un proyecto y estaba acomodando todo para tener lo que necesito a la mano.»

>«Oh, ¿no es un buen momento para chatear? Tampoco quisiera atrasarte con tus cosas»

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