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Asher

Me había excitado el como él no le prestaba el mínimo de atención y miraba en mi dirección. ¿Estúpido, cierto? Pero su intensa mirada pudo conmigo, o con mi miembro.

Salí porque no lo podía soportar, me dolía y palpitaba que hasta se sentía que me iba a explotar.

Estaba a punto de acabar, —los calambres en la punta de mis pies, esa sensación de que estas a punto de expulsar todo lo que llevas contenido en ti,— pero un ruido me alertó.

— ¿H... Hola? —pero nadie contestó, y me vi en la dolorosa situación de guardar mi polla y esperar unos segundos para ver que nadie estuviera afuera. Salí y ya no estaba nadie, pensé que me había equivocado, pero no podía poner a prueba mi suerte.

Cuando llegué al salón, ya todos se habían ido y solo estaban mis cosas y el profesor, no podía ni mirarlo cuando él fue el protagonista de qué hace unos minutos estuviera por dedicarle una corrida.

— ¿Pudiste acabar, Asher? —su pregunta me hizo parar.

— ¿Q... Qué?

— ¿Pudiste acabar los ejercicios? —me sentí aliviado.

— Oh, sí, profesor. —estaba a punto de salir cuando su pregunta definitivamente me dejó helado.

— ¿Pudiste llegar o tendré que ayudarte por interrumpirte?

Esa pregunta si que no era por los ejercicios.

Pero preferí hacerme el desentendido.

— No sé de qué me habla, profesor, llegaré tarde a mi otra clase.

— Claro que llegaras tarde.

Lo sentí detrás mío, no sabía que tan cerca estaba cuando sentí su cálido aliento en mi nuca.

— ¿Cómo se encuentra tu herida? —quitó mi mano del pomo y la reemplazo con la suya cerrando con pestillo.

Virgencita de todos los vírgenes, que me la chupe pero que no se culpe, amén.

— Es... Esta muy bien, me ayudó el medicamento que me diste.

— Eso me alegra mucho. —puso sus manos en mi cadera y mi respiración cada vez iba más rápida.

— ¿Serás un buen niñato y no harás ruido?

— Sí, profesor.

— Bien, me gusta que cumplan mis órdenes. Sino, tendré que azotar este lindo trasero. —me dio un leve apretón que me sobresaltó y di un pequeño gemido. — Oh no, nada de ruido.

Me dio la vuelta y me llevó a su escritorio, me sentó encima de este y comenzó a desabrochar el botón de mi pantalón. Mi polla estaba plena por querer recibir atención desde que no pudo terminar y estaba sensible.

— Pro... Profesor.

— Shh ¿recuerdas? Nada de ruido.

Me levanté un poco y sacó mi pantalón junto a mi bóxer, por inercia llevé mis manos a mi anatomía, mis mejillas se sonrojaron.

— No hay porque cohibirse, eres perfecto. —sí, mi estómago se revolvió.

Quitó mis manos de mi pene y fueron reemplazadas por las suyas, más grandes y firmes. Nil hizo un sonido gutural que me excito más. Movía su mano muy despacio, para no lastimarme. No podía estar en silencio por mucho tiempo y fue imposible cuando sentí su lengua recorrer todo mi tronco. Tapé mi boca con mi mano y la otra la puse en la cabeza de Nil.

Él me veía con una sonrisa burlona porque sabía el efecto que tuvo en mí. Fue entonces cuando envolvió mi polla con sus deliciosos labios. Subía y bajaba a un ritmo que me mataba, apretando sus labios y haciéndome sentir un leve rozón de sus dientes. No pude evitarlo y empujé mas su cabeza a mi pene, fue una maravilla sentir una arcada suya pero se compuso y siguió dándome la mejor chupada de mi vida.

Podía estar olvidando mi próxima clase.

— Saca tu boca, voy a correrme, Nil.

— Hazlo.

Seguía chupando pero con más vehemencia sin rastro de querer sacar su boca.

Entonces mi descarga llegó golpeando toda su garganta haciéndolo tragar mi corrida.

Él se levantó y me sonrió, y por primera vez, él junto sus labios a los míos.

Podía sentir mi sabor aún en él, y eso no me disgustó. Metió su lengua en mi boca haciéndome jadear. Paramos el beso porque sino perdería mi virginidad en un escritorio de la universidad.

— ¿Fue tú primera vez? —asentí— espero que sea la última también. —esas palabras prometían muchas cosas.

Acomodé mi ropa en su lugar para poder ir a las demás clases que todavía tenía.

Nil se acercó a la puerta, asomó la cabeza y con una seña me indicó que todo estaba en orden.

— Espero mi ayuda haya sido de su agrado, joven Asher.

— Si, profesor.

Y salí con una sonrisa del salón.

Yes, teacher (Gay) +18 || 1 ✔ (Disponible En Físico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora