01:¿Backrooms-?

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Soltó un leve quejido al despertar, todo su cuerpo dolía, era como si acabará de caer de un lugar alto, sumado al zumbido que había comenzado a taladrar sus oídos. Se sentó con dificultad sobre aquel suelo recubierto por lo que su tacto le permitía saber que era una alfombra que desprendía un olor a humedad, mientras sobaba su cabeza con una mano levemente por el mismo dolor.

Le tomó unos momentos lograr abrir los ojos y acostumbrarlos a la luz de las luces que producían aquel zumbido, pudiendo ahora sí analizar su entorno. Un papel tapiz amarillo, la alfombra de una especie de beige, las luces en el techo, y la puerta de la habitación en la que estaba que le permitía ver que todo el resto del lugar era igual.

— ¿Chicos?... — Llamó Leonardo al darse cuenta de que no estaban sus hermanos a su lado.

Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta de aquel cuarto, viendo que el que seguía era exactamente igual a aquel en el que había despertado, solo que este se dividía en tres puertas: una al frente y una a cada lado, prestando atención a la de la izquierda al haber escuchado una especie de quejido.

Tenía la suerte de tener sus ōdachis con él, llevando uno de sus brazos hacia atrás para tomar el mango es caso de tener que usarlo a medida que se acercaba a aquel cuarto. Asomó la cabeza y lo que vió lo relajó completamente; Mikey y Raphael estaban en el piso igual de adoloridos que él lo estaba, el quejido que escuchó debió ser del menor, y a un lado suyo estaba ya de pie un Donatello desesperado por conseguir algo de señal en aquel lugar mientras maldecía por lo bajo, parecía no obtener ningún resultado.

El de morado se volteó al haber escuchado un ruido a sus espaldas que los otros dos no percibieron al seguir quejándose por la forma en la que despertaron, y su rostro se transformó a uno de pura ira al ver de quién se trataba.

— Tú, maldito animal. — Apretaba los dientes al decir aquello mientras se acercaba a paso lento su buen "gemelo", ya sabía que fue el causante de que ahora estuvieran ahí.

— ¡Hey, hey, yo no lo hice solo! — Dijo mientras retrocedía unos pasos, poniendo sus manos delante de su cuerpo a modo de hacerle entender que se hiciera hacia atrás, cosa que al otro no le importó en lo más mínimo.

— Mikey obviamente no haría eso porque quisiese ¿Acaso tienes una mínima idea de en dónde nos metiste? — Dijo con enojo, ahora cara a cara con su hermano.

— ¡Tú lo creaste, no eres tan inocente-! —

— ¡Chicos, ya, por favor! No peleemos en un momento así. — Raph los interrumpió, logró pararse y venir a callarlos lo más tranquilo que podía en ese ambiente que lo incomodaba. – Bien Donnie, Leo tiene razón, tú fuiste quien armó ese portal ¿Sabes donde estamos? —

Ambos gemelos se calmaron por ahora. Mikey ya se encontraba al lado de sus hermanos, aunque seguía algo desorientado, pero los tres esperaban la explicación de Donnie.

— Bien, estamos en los Backrooms. —

— ¿Backrooms-? — Preguntan los otros tres al unísono al no entender realmente el nombre y sin tener idea todavía del lugar en donde se encontraban.

— En un resumen muy resumido, como el gran genio que soy he creado mi propia entrada a un sector fuera de la realidad que nosotros conocemos al que nadie debería tener acceso. No conozco exactamente su origen, pero tengo una idea de cómo funciona. Si cierta personita — volteó a ver a Leo, quien desvió la mirada con molestia — no hubiera tenido su gran idea de hacerme una broma en el peor momento habría podido estudiar un poco más antes de aventurarme aquí dentro, pero sé lo suficiente para que podamos salir. -

— Osea, es como que- otra dimensión ¿no? — Preguntó Leo a modo de entender esto con sus propias palabras.

— No, imbécil, dije que es un espacio fuera de la realidad. —

— Donnie, por favor, esa boca, Mikey está presente. — Intentó calmar a Donnie, mientras veía como Leo ya se estaba preparando para responderle algo.

— ¡Chicos, miren! — Llamó Mikey a sus hermanos desde otro cuarto, interrumpiendo así la pelea que estaba a punto de ocurrir entre Donatello y Leo.

— ¡Mikey, no te alejes, no te queremos perder! — Gritó Rapha antes de empezar a seguir el llamado de su hermano menor con los otros dos siguiéndolo.

Encontraron a Mikey de espaldas a una pared con un texto escrito en letras negras un tanto desordenadas, que le daban muy mala espina a los cuatro, sobretodo por lo que este decía.

— "No hay escape, no hay salida." — Leyó en voz alta el menor en cuanto sintió a sus hermanos detrás suyo. Volteó a verlos antes de preguntarles. — Oigan ¿Habrá alguien más por aquí que haya escrito esto? ¡¿Qué hacemos si tiene razón?! — Mikey ya se veía asustado por el sitio y preguntaba aquello concierta desesperacion.

— Ya Mikey, no pasa nada, claro que hay formas de salir, solo hay que buscarlas bien. Lo que sea que haya escrito eso solo buscaba asustar. — Donnie interrumpió la hiperventilación de Mikey diciendo aquello, aunque ahora era Leo quien lo miraba con desconfianza.

— ¿"Lo que sea"? ¿Por qué no un "quién sea"? —

— Leo tiene un punto, entonces hay... Algo más por aquí. — Soltó Rapha a lo dicho por el de bandana azul.

— Es un poco raro que algo así haya sido formulado por tí pero te respondo igual, querido hermano. Resulta que este lugar tiene sus propias entidades y aparentemente tienen cierto grado de inteligencia, por lo que no sería raro que escribieran algo así. — Dió una explicación el de morado a sus hermanos.

— Pero ¡Hey! Deben ser amigables ¿no, DonDon? — Preguntó notablemente nervioso el de bandana naranja, pues el hecho de que anden por ahí escribiendo esas cosas no lo tranquilizaba.

— No Mikey, no lo son. Somos verdaderamente suertudos de traer nuestras armas con nosotros, aunque no tenemos idea de la fuerza de la entidad. — Respondió con seriedad, haciendo que sus hermanos se miren asustados entre ellos.

Ninguno estaba tranquilo, pero se convencían de que ya habían peleado contra infinidad de villanos, esto no iba a ser muy diferente, a pesar de estar en un entorno desconocido.

— Bien, entonces... ¿Qué haremos? ¿Cómo saldremos de aquí? — Preguntó luego de unos segundos de silencio Rapha, mirando a los otros que ya se veían más relajados.

— Deberíamos explorar, a lo mejor encontremos algo que nos lleve a la salida que, según Donnie, existe. — Respondió Leo volteándose hacia la puerta de aquel cuarto.

— Si vamos a hacer eso, es mejor tener algo que nos permita no perdernos entre nosotros. — Interrumpió Donnie mientras comenzaba a teclear algo en el dispositivo de su antebrazo, haciendo que segundos después salgan los brazos metálicos de su caparazón con cuatro aparatos pequeños del color de cada uno.— Tengo estos walkie talkies desde hace un tiempo pero nunca los vi muy útiles. Como no hay señal aquí los vamos a necesitar, aunque lo ideal seria no separarnos. —

Cada uno tomó el de su color correspondiente y los brazos metálicos volvieron dentro del caparazón del de morado. Ahora todos miraban a la puerta del cuarto y lo que se veía afuera de esta. Aquellos cuartos exactamente iguales y las luces que poco alumbraban a decir verdad.

— Bueno, que sea lo que Dios quiera. — Dijo Leo antes de salir y adentrarse al lugar repleto de olor a alfombra húmeda y el zumbido de las luces fluorescentes que lo acompañarían a él y sus hermanos que venían detrás suyo durante un largo tiempo.

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Primer capítulo, socorro.

¡Feliz navidad a quien vaya a leer esto por esas caUsalidades de la vida, que la pasen bonito!

『 ¿Backrooms?』[RotTMNT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora