xvii. maldita migraña.

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─ desayuna rápido y te largas a clases.

heeseung dejó de mirar a su padre y se quedó mirando su plato. todo le resultaba tan asqueroso y vomitivo.

se había pasado toda la noche sin dormir y cuando al fin había empezado a cerrar los ojos, los gritos de su madre contra su puerta le habían despertado del todo. estúpida mierda.

los recuerdos de la noche anterior impactaron contra su mente y solo atinó a pasarse la mano por su duchado cabello y cerrar los ojos. recordó como había subido las escaleras, se había lanzado en su cama y se había pasado la madrugada intentando saber por qué demonios después de tirarse a sunoo, en lugar de sentirse totalmente liberado y dispuesto a continuar con su mierda de vida, se sentía más jodido que antes.

mucho más jodido que antes.

y también se había gastado una hora pensando en el problema que a pesar de ser más grande, parecía no tener tanta importancia en su mente: se había follado a un hombre.

se había follado a un hombre. y no a cualquier hombre; se había follado a su sirviente. ¿y eso lo hacía un maricón o no?

sintió un revuelco en el estómago y alejó el plato de su sitio.

─no tengo hambre.

─bien, entonces, vete de una vez.

el hombre se llevó el tenedor a la boca y le hizo una seña hacia la puerta, como animándole a largarse. heeseung se mordió el labio para no responderle y se volvió hacia su madre, que estaba mirando hacia un lado en particular con el ceño arrugado de forma extraña.

─sunoo, si no te sientes bien, ve y descansa, hijo.

se quedó quieto cuando escuchó eso y sintió que todos los músculos se le tensaban, ¿desde cuándo estaba sunoo allí? sus ojos se movieron hacia atrás, aunque no logró ver más que una sombra cerca a las escaleras.

─n-no se preocupe, señora, todo está bien, muchas gracias...

se giró para mirarlo y lo encontró pasando una franela alrededor de algunos portarretratos y adornos de una mesa. tenía la apariencia de estar extremadamente cansado y sus brillantes ojos lucían más hinchados y rojos que nunca. incluso así, lucía tan provocativo. recordó como la noche pasada sus labios se habían devorado a los suyos y su aroma se había quedado impregnada en cada centímetro de su piel.

heeseung se levantó de su asiento y salió de la casa bruscamente, montándose en su vehículo y llegando al estúpido instituto en menos de cinco minutos. cuando lo hizo, notó que todos los estudiantes corrían hacia un círculo en general, reuniéndose con cámaras fotográficas y celulares de último modelo. el griterío estaba a punto de asordarlo.

─heeseung, hasta que al fin te animas a venir.

jay le dio una palmada en el hombro con su típica sonrisa de oreja a oreja, colgándose la mochila en un solo brazo, mientras miraba hacia el grupo con curiosidad.

─¿qué carajos pasa?

─jake está anunciado su relación a todo el mundo.

¿qué demonios?

─¿jake? ─heeseung dejó caer la mandíbula y luego escupió al suelo. ─que putada, ¿no le bastó con decírnoslo, sino que ahora quiere hacerlo público?

el atlético deportista se mordió el dedo pulgar y se encogió de hombros.

-─dice que solo lo está haciendo para que la chica esa esté contenta y que luego piensa terminar con ella... aunque no creo que lo haga.

inocencia pasional  ›  heesun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora