Aceptando

383 49 23
                                    

—¡Chengcheng!

En automático, Jiang Cheng se detuvo en seco y dejó su hermano lo estrechara en un fuerte abrazo, bufando completamente agotado. Apenas pudo dormir, y se perdió la primera hora de clases esquivando a reporteros y paparazzis entrometidos, sumado a las miles de preguntas que ya había soportado apenas con diez minutos en la preparatoria.

No era alguien que fuera a sonreír y aceptar el acoso de compañeros cuyo nombre ni conocía por falsa amabilidad, entonces perdió muchas energías empujando y amenazando docenas de desconocidos.

—¡¿Qué ocurrió?! ¡Dime que no han terminado! ¡No se dejen! ¡¿Dónde conseguirás otro santo que pueda soportar tu actitud amargada?!– Wei Ying lo zarandeó, por alguna razón casi entre lágrimas.

La sien del Jiang palpitó, y empujó con el codo al oji gris, respondiendo:

—¡Aún no!

—¡¿Por qué dices eso?!– Wuxian abrió en demasía los ojos, consternado.

—Ya lo dijiste– Contestó seriamente Wanyin, suspirando pesadamente– ¿Quién querría soportar tanto? ¿Y por mí?

—Lan Xichen es tu Mary Jane, y no está ciego para no ver a todo lo que se expondrán. ¡Ni pienses eso de nuevo o te golpearé!

—¡No seas imbécil, yo-!

Wei Wuxian lo interrumpe, apretando los hombros de su hermano menor, exclamando:

—¡Tú no seas un imbécil! ¡Entiendo bien tus malditas inseguridades, pero no te atrevas a arruinar una relación perfecta!

Nunca había visto al de morado tan receptivo, abriéndose a alguien naturalmente como lo hacía con Lan Xichen, sonriendo fácil inconsciente tan sólo escuchando el nombre del primer jade o algo que le recordará a él. Wei Ying sentía de algún modo tenía que hacerlo entrar en razón.

El menor cerró los ojos, rememorando la conversación en la noche con su novio, en que le dejó claro enfrentaría el descontento público de ser necesario si eso significaba estar juntos. Entendía Xichen era sincero, pero a veces también solía ser terriblemente ingenuo, como si el mundo para él se pudiera desafiar sólo siguiendo al corazón.

El lado de su cara que fue abofeteado por Madame Yu repentinamente ardió, provocando Wanyin posara las yemas de sus dedos en ese lugar de su cara, teniendo presente con pesar la crisis de ansiedad sufrida por su novio luego de conocer a Jiang Fengmian y Yu Ziyuan.

Había sido una completa mierda esa inesperada reunión.

—¿Qué le pasó a tu rostro?– Inquirió preocupado Wuxian.

—Madre me golpeó– Contestó Jiang Cheng, retomando su camino pensativo.

El día anterior le dejaron en claro no aceptarían la carrera que insistió poder estudiar al terminar la preparatoria, y tampoco su relación. Pero ser la decepción de sus padres era el estatus quo en su vida, así que esa sensación no era nueva, sólo agotadora.

Y el dolor físico de la bofetada parecía ser un molesto recordatorio, u muestra física, de absolutamente todas las veces que pensó podría complacer a sus padres, terminando siempre resignado a no esperar ninguna palabra de su padre, y frases menospreciantes de su madre. Su corazón latió salvajemente, materializando la cruda realidad: jamás sería lo que ellos esperaban.

Porque quien esperaban fuera no se correspondía a quien era esencialmente.

Ellos no lo aceptarían incondicionalmente como sus hermanos. No le darían la misma estabilidad que Xichen transmitía sin esfuerzo.

¿Accidental? (AU Chengxi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora