Brindaré por ti

6 0 0
                                    


BRINDARÉ POR TI

Las calles estaban cubiertas de nieve y adornos decorativos de vísperas navideñas, todo lucía agradable a simple vista y la vibra era diferente, pero esta vez no era así para mi. Ella amaba la navidad, lo recuerdo muy bien, cada que entrabamos a diciembre ella empezaba a armar el árbol navideño, pero estaba vez tampoco estaba ese árbol. Solo un simple recuerdo.

Buenos días, Charlie—saludó mi madre cuando entre a la cafetería.

La cafetería de mi madre no era tan grande, era pequeña pero muy acogedora y con un café riquísimo... a ella le encantaba ese café y más en la taza que le regalé.

No esperé tanto en tomar asiento en la barra principal y pedir por favor que me dieran un café, lo necesitaba.

—Vamos, anímate un poco. Falta unas horas para que sea navidad—sonrió mi madre tratando de que cambiara mi cara de pocos amigos.

Bufé.

—Claro.

Le di un sorbo al café.

Creo que la navidad dejo de cobrar sentido para mi desde su partida. No había sido fácil, la había perdido hace casi un año, cualquier recuerdo de ella me hacía sentir débil, eso creía, el tiempo no me había ayudado mucho. Cada mañana al despertar solo necesitaba sentir que la tenía conmigo, que ella no se había marchado.

Al menos de haber sabido que ese último abrazo y ese último beso se iban a terminar, pero para siempre, la hubiera abrazado y no la hubiera soltado, y aquel último beso lo hubiera repetido más de una vez. Solo que había un problema, el hubiera no existe.

—Hijo, ¿Qué te parece si nos acompañas este año a tu padre y a mi en la cena de navidad? Estará toda la familia y... ---la interrumpí.

---No tengo ganas, mamá. Gracias.

No me mal entiendan, solo que no tenía ganas de festejar.

---Charlie, sé que es difícil, pero tienes que... ---no continuó ya que le habían hablado de una mesa— Regreso enseguida, pero piénsatelo. Será divertido, a ella le gustaría.

Sin más me dejo ahí.

En mi mente pasaban tantas cosas por minuto, tantos recuerdos, esas risas, esos bailes bajo el árbol, y ella estaba ahí, son esa sonrisa tan característica de ella, de mi Rose.

Inconscientemente sonreí al verla recordado. Dolía tanto, esa herida no cerraría pronto.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una señora que parecía tener más de sesenta años.

—Dios, ya no estoy joven para estas cosas—murmuró divertida.

Traté de ignorarla y seguir con lo mío.

—Muchacho, ¿estás bien? te ves triste, no con una tristeza común, sino de a ver perdido a alguien.

Fruncí el ceño algo confundido.

—Estoy bien gracias—me limité a contestar.

—No parece...—se quedó pensativa por un momento para después volver hablar—Es curioso todo lo que pasa... Te diré algo, la muerte no es algo que podamos evitar, sin embargo, podemos aprovechar a las personas que aún están con vida y celebrar con ellas, como en navidad. A pesar de las perdidas, aún que duelan tanto, la vida sigue, nuestra vida sigue, no será lo mismo, tal vez no estaremos tan felices, pero debemos de continuar, por ellos y por nosotros, debemos de aferrarnos a algo, siempre habrá algo, una esperanza a la cual aferrarse, y solo queda recordarlos de la mejor manera posible, y así los sentiremos cerca. Recuérdalo siempre, muchacho.

—Yo la amaba tanto, la sigo amando. Yo... me siento perdido, no sé qué hacer. Se fue y yo me quede. Ella amaba estas fechas, adoraba la navidad y yo ahora no puedo celebrar como si nada hubiera pasado y esto me está matando—al decirlo solté una lagrima, la cual limpié rápidamente.

—Ella está contigo, en el espíritu navideño, solo permítete avanzar, no te estanques, siempre hay algo por lo cual seguir viviendo, recuérdalo. ---sin más, salió de la cafetería.

Era difícil de procesar, bastante difícil, pero tenía razón.

—Volví---mi madre llegó de nuevo—¿Qué pasa?

Volví del pequeño trance.

—Iré a esa cena y nos vemos en la noche, tengo algo que hacer---pagué y salí a paso apresurado a la casa para agarrar una hoja y tinta.

Mi amada Rose

Ha pasado tiempo desde que te perdí, te extraño como nunca lo había hecho. Te escribo esta carta para tratar de avanzar, no olvidarte porque créeme que no podría hacerlo, pero necesito avanzar, tengo que sobrellevarlo porque te amo y quiero que este en paz contigo misma y yo también estar en paz conmigo mismo.

Ya es diciembre y las luces adornan toda la cuidad al igual que la nieve. Tu familia y mi familia se reunirán esta noche e iré. Pero, sabes algo, será imposible no recordar como bailamos alrededor del árbol. Esta era tu época favorita del año, la haré también la mía. Al principio pensé que no podría soportarlo, pero una señora llegó y me empezó hablar de que debería seguir y también recordarte de la mejor manera y tiene razón, no me puedo estancar toda mi vida, duele, en serio duele tanto, daría todo para que estuvieras aquí... conmigo. Sin embargo, me quedo tranquilo ya que ahora estas en un lugar mejor, fue injusta tu partida, lo sigo pensando. Tu deberías a ver vivido más, pero tal parece que la vida no lo quería así.

Es tan doloroso no tenerte junto a mí. Pero debo de seguir cariño, por ti y por mí.

No sabemos si existe un cielo en el cual van todas las almas o si existen otras vidas, pero te puedo decir que no importa donde estes, algún día nos volveremos a ver y no te soltaré nunca más y si hay otras vidas, créeme que te buscaré en ellas y en las que siguen, porque tal vez en esta vida la muerte nos separó, pero en otra vida podremos estar toda la vida juntos.

Hoy brindaré por ti. Te amo y te amaré por siempre, mon amour. Mi corazón siempre te pertenecerá, ma belle Rose.

Feliz Navidad.

Por siempre tuyo,

Charlie.

—¿Por qué tardaste tanto, cariño? Te extrañé tanto—Rose estaba enfrente de mi con una gran sonrisa y sus hermosos ojos—Te estuve esperando tanto tiempo. Fuiste muy fuerte—caminó hacía a mi y colocó sus brazos alrededor de mi cuello.

No lo pienso más y la beso. Era lo que necesitaba después de años.

—Estoy ahora contigo, ma belle. Ahora podremos estar juntos.

—Y ahora para siempre—sonrió y me volvió a besar. 

Vísperas navideñasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora