Capítulo 17.

295 42 38
                                    

Min observó a los dos jóvenes que tenía en frente.

Jennie Kim y Kim SeokJin. 

—Volviste...—El pelinegro susurró, hablando tranquilo y conteniendo su asombro.

Yoongi solo pudo asentir y luego desvió su mirada hacia la castaña, quien hasta ahora no había pronunciado ninguna palabra.

—Encontramos la camioneta—Comentó Jin, obvio. Tronó su cuello y le mostró una sonrisa al pelimenta.

Sonrisa incómoda y asustada.

La castaña tragó saliva, acercándose al más alto entre suspiros. Había agachado su cabeza por un segundo, y la elevó apenas su mentón casi choca contra el pecho del mayor.

—Jenni-

Yoongi recibió una cachetada.

SeokJin contuvo la sorpresa, aunque no tanto. Pues la mandíbula abierta no fue algo que pudo controlar muy bien.

Si, eso sí que debió doler.

—Luego te daré el arma—Sin dar nombres, Jennie le avisó al pelinegro antes de alejarse de los dos.

Jin solo pudo asentir y miró de reojo a Min, a quien se le notaba bastante su mandíbula tensa. El odio estaba dentro de sus venas, en donde se mezclaba con el agrio dolor.

—Oye, ven. No te puedes quedar aquí parado—El pelinegro chocó levemente su brazo, trayéndolo a la realidad—Oh, y gracias por ayudarme. Sin tu disparo, probablemente yo ya no tendría cabeza—Con un comentario, intentó aligerar el ambiente.

—No agradezcas. Es lo que uno debe hacer por un compañero—Yoongi toco su roja mejilla, viendo la silueta de Jennie caminar hacia el vehículo, unos pasos más adelante que ellos.

Una vez llegó, observó a cada uno, sintiendo una rara vibración en su pecho al ver a una desconocida. Pero no era momento para reclamar, ni hablar sobre ese tema.

—Oh, Min. Tanto tiempo—Comentó LaLisa, arqueando su ceja derecha— ¿Qué te trae por aquí? ¿Eh? ¿Acaso sentiste el aroma de la camioneta? ¿Es por eso que estás aquí?

Yoongi mostró una sonrisa de lado. Conocía cuando la menor hablaba en serio y cuando simplemente bromeaba.

—No, simplemente sentí aquel aroma cuando uno se da una ducha. Eso me trajo hasta aquí. ¿Acaso te bañaste, niña? —Manoban fingió ofensa, soltando una risa.

No había ningún tipo de contacto, ni siquiera un roce. Hasta incluso, una distancia considerable, se podía notar entre él y ellos.

—Vuelve el perro arrepentido—Taehyung comentó, sin juegos ni bromas de por medio.

Yoongi lo ignoró, eliminando aquella sensación culpable dentro de su corazón y simplemente los miró, notando como faltaba una persona.

— ¿Dónde está Jungkook? —Mostró preocupación. Como siempre cuando se trataba del menor.

—Uh, está atrás. Se durmió un poquito ya que estaba muy cansado. Lo acompañé un rato—Jimin respondió, viendo un asentimiento por parte del mayor.

—Me pone feliz que lograron conseguir la camioneta de vuelta. Me imagino que fue... fue muy difícil hacerlo—Rompió el silencio.

— ¡Uf, no sabes! —Jin chasqueó sus dedos—Disparos por allá, golpes por acá. Gritos, miedo y locura. ¡Pero logramos ganar! —Comentó orgulloso—Hay que contarte todo con mejores detalles cuando nos estemos por ir—Yoongi solo pudo tragar saliva.

No pensaba quedarse con ellos.

—Supongo que esos detalles no podrán darse...—Rascó su nuca e intentó sonar amable. Esperaba que sus palabras pasaran por desapercibido.

Survive [Taerosé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora