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Hoy es nuestra noche.
Decoré cada rincón de nuestro hogar, la carne que estaba en la olla estaba casi lista, empece a poner los servicios en la mesa solo para mi querido Ghost y yo, lo justo y necesario.
Esta es una de las pocas veces que podemos celebrar navidad juntos en estos 7 años de relación y 3 años de casados, pero yo entiendo su trabajo y nuestro amor no tiene que ser necesariamente de contacto fisico.
Seguiremos amandonos con toques o sin ellos, cuando estaba poniendo las copas escuché unas risas a lo lejos, supe que tendría que sacar más servicios de los que pense que iba a utilizar hoy.
Golpearon la puerta y rapidamente fui a abrirla, todos los amigos de Simón me saludaron con un apretón de manos, no me quedo de otra que recibirlos con una sonrisa.
Cuando llego el turno de mi esposo para saludarme se quitó esa máscara que lo acompaña día y noche, se acerco lentamente a mi y sentí su respiración en mis labios -Yo no los invité, se colaron en la camioneta- susurro para que los demás no supiesen que fueron acusados.
Los demás notaron ''la tensión sexual'' y empezaron a hacer ruidos de ambulancia, ghost me dio un beso algo corto pero cariñoso y empezaron a aplaudir, Cuando vieron el comedor se dieron cuenta que una mesa no sería suficiente para todos.
Alejandro salio al patio trasero y volvio con una mesa desplegable, fui a buscar otro mantel navideño para la segunda mesa, en el momento que abrí el cajón unas enormes manos cubrieron mi trasero.
Lo palmeo unos segundos y fue a tomar un vaso para servirse agua, se que era Ghost así que no tenía de que preocuparme, puse el mantel en la mesa vacía.
Mande a Simón pelar la papasy a calentar las dos pizzas congeladas que teniamos guardadas, las tareas más sencillas porque no es muy buen cocinero que digamos
El se notaba tenso, su espalda lo decía todo así que deje lo que estaba haciendo para caminar hacia el sin hacer ruido, empecé a tocar su cuello, pase mis manos por sus hombros y empecé a masajear lentamente mientras el soltaba las papas en el lavaplatos.
Los sonidos que soltaba eran como Angeles cantando, amaba hacerlo sentir más tranquilo y mejorar su estado siempre que podía.
-Oigan vayanse a un hotel- Price comento con una sonrisa en la cara -Si no fuera por ustedes ya estariamos en la cama- Ghost se escuchaba algo enojado así que Price en señal de paz alzo sus manos.
