Capitulo 24

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Como una neblina Mitsuki paseaba hasta llegar a las celdas, se hizo presente frente de los guardias

- No puede ser -Dice uno con impresión-

- Sucios impuros -Dice con odio para de forma rápida derribar a los que considera traidores-

Y así la mujer fue asesinando a cada guardia que estuviera en esas celdas, más ninguna tenía a nadie, llegó hasta su hija

- Mar -Dice algo alegre pero preocupada por el estado de la joven-

Marinette levanta un poco la cabeza y sin creerlo su madre estaba allí, en ese momento pensó que estaba muerta. Mitsuki la libera de las cadenas, la recuesta y coloca su cabeza sobre sus piernas

- Tranquila, no estás muerta, tus amigos estarán a salvo no te preocupes -Dice y toca su cabeza con su mano izquierda y con la derecha la coloca su pecho-

Poco a poco las heridas de Marinette se van curando y desapareciendo. Marinette se levanta y observa a su madre la imaginaba menos alta, sin decir nada ella solo se acerca y del brazo de Marinette saca un pequeño y diminuto trocito de hielo pegado a su cuerpo

- Auch eso dolió -Dice la azabache tocando su brazo izquierdo, observa pero no hay rastro de a ver estado ahí-

- Agradece que tienes parte de mi, esto te hubiera matado -Dice la ojiceleste-

- Vaya forma de empezar una charla mamá -Dice la azabache con una sonrisa algo nerviosa-

- Cuando ellos ya no estén créeme que estaré tranquila, después de todo gran parte de lo que paso fue su culpa, ellos ya sabían donde estábamos -Dice la ojiceleste y suspira-

- Y ese trocito de hielo, que aras con el -Pregunta la azabache y la mujer se lo coloca en el pecho- Pero dijiste que eso podría matarme y tu lo colocas en un lugar clave -Dice en sorpresa-

- Tu tenias mi poder contigo, osea no lo usaste pero lo tuviste guardado, es por eso que ese día en el que paso todo no pude hacer mucho -Observa a la joven y suspira- Y de todas maneras el plan iba a fracasar, lo se, los conozco y siempre buscan información de con quien se enfrentan, tan idiotas no son -Dice la ojiceleste-

- Entiendo pero... salimos de aquí o tomamos té mientras esperamos el fin, soy curiosa y me agradaría conocerte más mamá pero sin locos perciguiendonos -Dice la azabache y sonríe-

- Si que eres mi hija -Dice la ojiceleste con una sonrisa-

Ambas se salen de la celda, y van a la salida de esa parte, Marinette fue observando los montón de cuerpos que estaban por ese lugar oscuro, mientras en otro lugar un clon de Mitsuki liberaba a ambos jóvenes a los cuales llevo como neblina al planeta tierra, dejándolos lejos del caos y asi desaparece, despues aparece Hit

- Como, una mujer apareció nos sacó y ahora estamos aquí -Dicen confundidos-

- Manténganse en un lugar seguro, por ahora debemos ser pacientes -Dice el sicario observando desde allí gran parte del lugar-

Observan donde miraba Hit, y podían observar parte de la ciudad, más dirigido al centro de este

- ¿Es seguro estar aquí? -Pregunta la ojigris-

- Si -Responde el sicario-

En la nave, solo había peleas, lo cual hacía que la nave se destruyera, aunque esto se debía a ataques certeros, ya que esta nave tenía una gran resistencia

- Conoces la nave? -Pregunta mientras pelea contra dos personas de razas distintas-

- Del derecho al izquierdo, de arriba y abajo, simplemente se mejoro algunas que otras cosas -Dice la ojiceleste doblando la cabeza de uno-

- (Yo pensé que era tranquila en pelea pero es agresiva y solo con su propia raza pelea asi) -Pensó la azabache observando a su madre-

Mitsuki y Marinette son neutralizadas por la espalda, llegan al gran salón

- Pero vaya Mitsuki, hermana te revivieron -Dice el azabache de mechas-

Mitsuki solo se quedaba callada y escupe el suelo

- Te detesto cuando te comportas así, alguna vez has tenido la decencia de respeto -Dice fastidiado por la mujer-

- Que pregunta estúpida, muy bien sabes que desde ese día dejé de respetarte.. ahora solo te veo como un maldito ser que no tuvo remordimiento por lo hecho -Dice observándolo molesta-

- Oh ahora yo soy el maldito, yo no soy el que porta un poder maldito -Dice eso confundió a Marinette- Que te hace creer que eso no te hizo creer que tu no ocasionaste todo Mitsuki -Dice y eso si que la hizo enfadarse-

La otra mujer, solo observa y pronto Mitsuki se levantó y mato a quienes estaban allí con solo un movimiento de sus manos, pues picos de a montones emergieron y se clavaron en cada uno de la cuerpos.

Mitsuki estaba parada de un costado, con la mano izquierda extendida dando la espalda a su hija. Voltea y se observa unas marcas que se extendían por su cuerpo, estaba molesta. Ambos tratan de atacar pero ella los detiene, ellos observaban mejor su rostro ojos cambiados y más marcas notorias en el rostro, ¿eso era el poder maldito?

- Veamos quien tiene la razón -Dice para usar este poder de nuevo y transportarlos a esos tiempos pasados de hace 45 años-

Continuará

La hija secreta de Hit Donde viven las historias. Descúbrelo ahora