Mientras en mi sangre te acuñabas
La verdad ante mí se mostraba
entre rosales y espinas de carmín
con un toque de veneno el cual me hiciste ingerirMientras en mi sangre te acuñabas,
te reias de mi ingenua lealtad
el jardín se marchitaba por la piel barata de un cuarto de tres y que lujuria emanabaMientras en mi sangre te acuñabas
sabiendo que tenías un deber que cumplir, pero en las fauces me tiraste con aquella frialdad,
desvaneciendo las pocas lágrimas que quedaban para tíMientras en mi sangre te acuñabas
Ocultaste mi nombre entre las sombras
Pensando en tu felicidad y no en mi bienestar
Para luego matarme con tu sarcástica crueldad, sabiendo que al final no habrá nada que restaurar