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Wakasa estaba enojado, esa maldita perra, estaba rondando a uno de sus compañeros; el no estaba permitiendo eso.

El olor a moras dulces lleno la oficina de Naoto, Wakasa estaba sentado en el regazo del beta con las manos de este en su cintura.

Ahh... _un gemido del beta fue ahogado en la boca del omega cuando este se movió sobre él. Wakasa sonrió sobre el beso, mientras atraía aun mas al chico mas joven profundizando más el apasionado beso, mientras desataba la corbata del beta y desabotonaba los primeros botones de su camisa.

¡mierda! _gimió Naoto cuando el omega se presionó sobre su miembro ya duro, ocasionando que una pequeña risa del omega llenara el lugar.

Naoto se separo del beso para ver a un Wakasa sonriente.

¿Por qué...? Ahh_ el beta no termino gracias al omega moviéndose sobre _ ¡mal... maldición! _ gimió el chico, mientras fruncia el ceño y presionaba al omega hacia abajo con fuerza para que no se moviera más _ ¡mierda! ¿Por qué estás haciendo esto? _interrogo el beta mirando al omega con Confucio, Wakasa sonrió, y luego tomo el cabello de Naoto para jalarlo hacia atrás, dando una gran vista del cuello beta.

¡¡AAHHHH!!_ un enorme gemido salió de los labios del beta, cuando este sintió la cálida lengua del omega recorrer el camino desde su cuello hasta su oído.

Naoto_ la voz del omega se escuchó tan bien en los oído del beta _esa puta omega que tienes por secretaria, esta metiendo sus manos en lo que no es suyo_ Naoto gimió nuevamente al sentir las leves mordidas en su cuello_ Tu y todos en la manada me pertenecen a mi, mis chicos y a tu hermana; si algún puto omega que no seamos nosotros pone sus manos en ustedes_ Wakasa dejo su labor en el cuello del beta para mirarlo a los ojos, el pelinegro sintió su corazón saltar al ver sus usuales ojos amatista iluminarse en azul eléctrico _ lo matare_ dijo antes de pararse del regazo del hombre.

Así que sé un buen compañero, y echa a la perra antes de que le suceda algún trágico accidente_ esta vez lo ojos del omega eran de su color amatista usual.

Naoto se estremeció ante la amenaza no porque tuviera miedo, si no por el hecho de que tal actitud posesiva y dominante del omega lo estaba calentando.

El beta se puso de pie y camino hasta el omega, esta vez siendo el quien inicio la interacción entre ambos, llevándolo hasta el sofá en la oficina y acostándolo sobre él.

¡mierda! Enserio que sabes cómo calentar a alguien_ dijo el beta mientras se movía sobre omega ocasionando que la fricción de la tela entre ellos originará un gemido de ambos en la habitación, Wakasa paso sus manos por los hombros del chico para quitar el saco, el calor estaba empezando a subir por el cuerpo, al mismo tiempo que olor dulce de las feromonas del omega eran mescladas por el almizclado olor del celo, cosa que el omega ignoro, o bueno casi lo hizo de no ser por su repentina humedad en sus pantalones.

Fue como si un balde de agua fría callera sobre Wakasa, él no ha tenido uno desde antes del nacimiento de Kisaki, las fosas nasales del omega se ensancharon para recoger el familiar olor almizclado, puede que no le haya llegado en mas de dieciocho años, pero eso no quiere decir que no sepa reconocer un celo, el tienen tres omegas jóvenes en casa, y por lo menos cada mes hay un celo en casa; sabe a que huele el celo, y ese olor es de un omega entrando en el suyo.

Wakasa ignoro el calor que estaba creciendo en el y se separó de Naoto, haciendo que este se sentara en la oficina, el omega suspiro.

Se estaba mareando.

¿sucede algo? _interrogo Naoto, con algo de preocupación.

Mi celo_ dijo el omega apoyándose en el respaldar de sillón, haciendo que los ojos del beta se ensancharan.

MANADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora