Immortal Kiss

☆┆única parte.

Todo comenzó una fría noche de diciembre. Había sido otro día estresante para Juka, ya que Mana seguía insistiendo en que estaba pronunciando mal el inglés.

Juka estaba seguro de que no, había visto suficientes películas Americanas para tener una idea de cómo deberían decirse las palabras. Había discutido con Mana, hasta que finalmente se vio obligado a seguirle la corriente. Trabajar con Mana siempre fue un desafío. El guitarrista era exigente y bastante controlador, le gustaban las cosas a su manera, pues creía tener siempre la razón. Incluso cuando era obvio que estaba equivocado.

Había pensado que sería capaz de trabajar con un hombre tan egoísta. Nunca antes tuvó problemas para llevarse bien con los hombres dominantes, pero Mana era de alguna manera, diferente. ¿Más malvado quizás? Nunca se disculpó con él, nunca lo elogió y ciertamente no le dio ningún margen de error. De hecho, su misma asociación con el proyecto había comenzado con una mentira. Una promesa de unirse a una banda de la que él, el vocalista, sería la cara. Pero la realidad había revelado a Moi Dix Mois por lo que era; Un proyecto en solitario que se centraba casi por completo en Mana. Juka podía haber manejado eso si Mana hubiera sido más amable, pero no lo fue y Juka quería salir. Tal como estaban las cosas, no tenía la confianza para hacerlo solo, necesitaba ayuda. Ayuda que casualmente estaría sentada en la esquina de ese mismo bar donde se encontraba.

Kamijo se sentó solo, sus ojos analizaron a todas las celebridades que se habían reunido en aquel lugar de la sala VIP. Había algo en él que mantenía alejada a la gente. Nadie se le acercaba sin motivo y él prefería que se mantuvieran así.

Sus ojos de inmediato se posaron en un hombre de cabello negro, le tomó un momento reconocer a aquel hombre sin maquillaje. El nombre Juka de pronto se le vino a la mente y sonrió mientras veía el rostro del cantante.

Juka no estaba solo, algunos amigos lo rodeaban, pero no eran nadie especial y Kamijo no les prestó atención. Había encontrado lo que estaba buscando, un vocalista talentoso que ya no era feliz dentro de la banda a la que lo habían hecho unirse. Kamijo podía sentir eso con solo mirarlo.

Terminando su bebida, Yuuji se puso de pie y se dirigió hacia el vocalista, golpeando ligeramente su hombro para llamar su atención. Juka se dio la vuelta y lo miró perplejo.

— ¿Kamijo? — preguntó Juka, reconociendo al hombre frente a él.

— Estoy buscando a alguien nuevo para producir. — comentó Kamijo. — Si te interesa, llámame. — dicho esto, dejó caer su tarjeta sobre la mesa y se fue. Sabía que Juka lo llamaría. No había duda.

Juka había estado viviendo en una jaula y acababan de abrirle la puerta. Todo lo que necesitaba era el coraje para salir al mundo exterior. Un mundo que tanto lo asustaba como lo fascinaba. La curiosidad lo llevaría a Kamijo, de eso el rubio vocalista estaba seguro.

(...)

— ¡Es todo! ¡Me voy! — Juka le gritó a Mana, estaban teniendo otra discusión sobre cómo pronunciaba su inglés. El guitarrista solo lo miró en estado de shock. Nadie lo había desobedecido. No desde Gackt. Desde entonces había tenido cuidado de a quién contrataba.

Había buscado deliberadamente músicos que también lo admiraran y lo respetaran. ¿Cómo había desarrollado Juka ese coraje?

— Nunca lo lograrás solo. — Mana espetó con dureza. Podía sentir molestia entre el resto de la banda. Si Juka se iba, los demás se darían cuenta de que también podrían hacerlo. Eso no podía pasar. Necesitaba de lealtad en sus bandas. Incluso él no podía hacerlo solo.

— No estoy solo, — anunció Juka. — Ya me han ofrecido ayuda. Hasta nunca, Mana-Sama. — Se burló, mientras abandonaba a sus sorprendidos compañeros de banda.