Lumine [Chilumi]

05

Tres golpes sonaron en la puerta, sacando al pelirrojo de su momento de reflexión.

—Pase. —respondió al llamado Childe, volviendo a lanzar sus dagas, atinando justo en el centro cada vez.

—¿Qué tal su día, señor Tartaglia? —la animada voz de cierta directora castaña resonó en los tímpanos del heraldo, haciéndolo dirigir toda su atención hacia la recién entrada.

—¿Qué hace aquí, señorita Hu Tao?

Fue entonces que se escucharon pasos apresurados y la secretaria del pelirrojo se asomó por la puerta con nervios.

—Disculpe, mi señor. Esta chica quería verlo, pero entró corriendo antes de que yo pudiera hacer algo. —la voz de la joven denotaba nerviosismo, pero la curiosidad de Childe sobre la presencia de Hu Tao en su oficina era tal que no podía concentrarse en nada más.

—Descuida, yo la atiendo ahora mismo.

Una reverencia fue dada por la joven, quien procedió a salir a toda prisa, cerrando la puerta tras de sí.

—Varias personas se enteraron del regreso de Lumine y que planea quedarse varios meses y están organizando una fiesta para ella, estás invitado.

Que Hu Tao fuera tan directa solía ser de ayuda para esta clase de conversaciones, pero realmente Childe tenía mucho en la mente y la información solo había saturado su capacidad mental.

—¿Segura de que me quiere ahí? —fueron las primeras palabras que el ojiazul atinó a expresar, la incertidumbre en su forma de hablar era evidente.

—Estás invitado, es en el salón de la Cámara de Jade dentro de dos semanas. —la sonrisa en el rostro de la chica tenía cierto toque divertido que no le permitía a Childe terminar de acomodar sus ideas. Hu Tao deslizó una especie de carta sobre el escritorio, claramente un permiso para ingresar a la Cámara de Jade.— Nos vemos luego, aquí o en el más allá.

Y tan rápido como entró, Hu Tao se había marchado.

Pero la mente del heraldo seguía perturbada.

Y es que, si asistiera a su fiesta, ¿lo recibiría? ¿lo querría? ¿le diría que se vaya al carajo o lo dejaría pasar?

Si llegara sin que ella lo supiera, ¿podría explicarle todo? ¿podría ella creer en él?