𝓷𝐢𝐧𝐞. 𝓲 𝓵ike 𝓱im

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Narra Emerald





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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓝𝐈𝐍𝐄 ❜ ┊ೃ
¡ 𝓲 𝓵ike 𝓱im !




















Recordatorio, pegarme un cachetada mentalmente. O sea, si quería besarlo, pero no en la mejilla. Ya se sabe en donde.

Maneje con gran velocidad hacia el apartamento de Katy. Una vieja amiga de Becky que nos aguantaba hasta que encontráramos algo.

Pero todo se hacía aún más difícil ya que casi todo estaba ocupado por las vacaciones y gracias a la escuela no teníamos tiempo de buscar algo que sirviera de verdad.

Después de que nos atacaran, la dueña del apartamento nos corrió por daño colateral. Lo que fue realmente ridículo. Pero lo más ridículo aún fue que nos pidió el dinero de la próxima renta. Aún así se lo pagamos, pero, gracias a eso nos quedamos sin dinero.

Isaac antes me había dicho que había unos apartamentos disponibles en su edificio, pero no teníamos dinero para pagar nada. Aunque él se ofrecía a ayudar a pagar la primera y segunda renta, lo rechacé. Obviamente. Que vergüenza.

Cuando llegue al hogar de Katy, —una chica pelirroja de ojos adorablemente marrones y un cuerpo para morirse— me solté sobre el sofá donde dormía, cansada.

Un carraspeo llamo mi atención y volteé al otro sofá que había en el lugar. Específicamente donde Becky dormía.

—¿Y tu novio? —preguntó con burla, pero su tono de voz mostraba molestia.

—En su casa. —suspire y vi como en los labios de mi amiga se formaba una sonrisa pícara—. Y no es mi novio. —gruñí.

Desde que Isaac y yo recogimos a Becky del hospital juntos, esta no ha dejado de molestarme conque parecemos pareja, que pronto terminaremos juntos o que me gusta.

En la última, le metió tanta cizaña que se volvió realidad. Sí, me gustaba. ¿A quien no? Por amor a Dios.

Esos encantadores rizos y esos hermosos ojos azules color cielo. Y su sonrisa, ¡Dioooooos!

Sin haberme dado cuenta, una sonrisa se había formado en mis labios. La cual la borre en segundos cuando vi a Becky con una sonrisa más grande. Le saqué el dedo de en medio y la ignore. Ella soltó una carcajada ante mi reacción.

Becky y yo éramos mejores de amigas de toda la vida. Sus padres me acogieron cuando los míos tuvieron un accidente y murieron. Desde entonces, hemos sido inseparables. Cuando me mordieron, la inútil fue a buscarme porque supuestamente se había preocupado por mi y la mordieron también. Y así nos volvimos como chicle, uña y mugre, y mucho más.

Tiempo después nos fuimos a vivir juntas y ahora estamos aquí. Peleando, porque ella dice que me gusta alguien y yo digo que no. Pero no le puedo negar nada. Me conocía totalmente, de pies a cabeza. Y eso al principio era cool, pero ahora es solo una desventaja horrible.
De volverse la mejor mentirosa a ser descubierta por un chica que solo grita cuando... no se. Se le pega la gana.

—Bueno, si tu no lo quieres, otras si lo harán. ¿Ya lo has visto? —preguntó loca—. Ponle correa antes de que otra perra se la ponga.

—No es un perro. Y cuida tu lenguaje. —regañe y ella giró los ojos. No me gusta cuando dicen malas palabras.

Ya era de noche y la luna estaba fuera

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Ya era de noche y la luna estaba fuera. Mostrándose, hermosa como siempre. Luna llena, para ser precisos. Un mensaje me llegó, era la profesora Jennifer.

Prof. Jennifer:
Alumnos, se me olvidó recordarles algo chicos, lo siento. Mañana habrá un examen importante de biología y las hojas están en el despacho de la profesora Griffith. Si pudiera recogerlas para que pudieran estudiar, ese 10 será suyo.

Gran manera de motivarnos.

Me dirigí adentro del departamento —ya que estaba en la terraza—, y me dirigí a Becky.

—¿Irás? —le pregunté poniéndome mi abrigo para salir.

—¿Estas demente? Son las 8:47. Ya me voy a dormir. Me das un resumen. —finalizó y se cubrió con sus sábanas.

Suspire y me fui a montar a mi auto para irme a la preparatoria. La cual, extrañamente estaba abierta cuando llegue. Pero mi extrañeza desapareció cuando recordé el porqué estoy aquí. Tal vez la profesora lo dejo abierto para nosotros.

Cuando entre, la puerta se cerró de un portazo, asustándome. Me acerqué a la puerta para intentar abrirla e irme lo más pronto, pero no quiero a abrirse.

Chille y me rendí así que me encamine a una clase —biología específicamente—, para buscar los papeles. De todos modos cuando encontrará los papeles si la puerta aún no abrió la traspasaría. Fácil.

Llegue al aula y allí me encontré al rubio mirando fijamente a la ventana. Antes de ir con el, revise el escritorio y en efecto no había nada. Ni un papel ni nada.

—¿Cuando llegaste? —le pregunté y él volteo a verme con cara de asustado. Me reí ante sus reacción.

—No hace mucho. ¿Como abriste la puerta? Cuando entre se cerró y no volvió a abrir.

—Estaba abierta. —respondí encogiéndome de hombros y el asintió inseguro—. ¿Estamos atrapado, cierto?

—¿Estamos? Tu puedes atravesar la puerta e irte. —dijo obvio.

—No voy a dejarte aquí. —le dije poniéndome frente a él. Él sonrió y entrelazó su mano con la mía.

Sentí un escalofrío ante su tacto y creo que el también porque se removió un poco y su sonrisa se borró.

—Tengo hambre. —fue lo único que dijo antes de soltar mi mano.

—Que raro. —dije sarcástica y el rio.























agradecería mucho que la leyeran y le dieran apoyo, esta en mi perfil, titulada; cigarette, shadows

liar   𖦹   isaac lahey ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora