•Aceptame•

Thirteen

Nathaniel

Al regresar a casa estaba dispuesto a ir directo a mi habitación pero fui interrumpido por Luka, quien al parecer preparaba algo con un olor exquisito, solo mire de reojo y continúe rumbo a mi habitación.

— Nath, ¿podemos hablar? —

— En este momento no —

— Por favor, te daré una explicación —

— Espero sea una buena y honesta —

— Solo quería ayudar a desempeñar tus cosas, cuando tome el diario se me resbaló y al caer dejó a la vista una página —

— Debiste cerrarlo,  no tenias derecho a fisgonear algo privado —

— Lo leí por curiosidad, claro que estuvo mal pero leer esas páginas me dio a entender que tendré una oportunidad contigo —

— Luka, yo.. —

— Te prometo que te vas a enamorar de mi —

Lo abrace muy fuerte, no quería estar enojado con el porque el es lo único que tengo en este momento en París. Cada vez que recibía un desprecio de Adrien el me esperaba en casa con un helado y la esperanza de que yo me enamoré de el pero estoy tan obsesionado con Adrien que siempre me niego porque no quiero verlo más allá que un amigo.

— No quiero ser yo quien te rompa el corazón —

— Pero quiero estar contigo ¿por qué no lo entiendes Nathaniel? —

— No es así de fácil —

— No me voy a rendir —

Debería darme la oportunidad de enamorarme de Luka, en un par de semanas yo terminaré con la maldición de la marca y no habrá nada que me una a Adrien, además el dejó claro que solo quiere ser mi amigo y una alma gemela también puede ser solo de amistad.

En este momento tome la decisión de quedarme sentado junto a Luka por un gran rato.

[•••]

"Salgamos, ahora"
"Estoy afuera"

No quería arruinar la esperanza de Luka así que me apresure a encontrarme con Adrien y subir a la limusina casi de inmediato. No tardó en comenzar en trayecto a donde sea que esto me lleve.

— ¿Donde vamos? —

— Realmente te vas a sorprender —

Después de un largo rato paramos frente al edificio de mi padre, antes de bajar Adrien se tomó el atrevimiento de vendarme los ojos lo cual no me gustó para nada y la desconfianza inundó mi ser. Di un par de pasos pero por un momento sentía que iba a caer y mi corazón se aceleró así que me di la vuelta y me aferre al cuerpo del Rubio.

— Confía en mi —

Con las manos Temblando me volví a girar, la venda cayó y pide apreciar un precioso edificio en reparación.

— Espero no me mates por tomarme la confianza de realizar estos cambios —

— Esto es muy ilegal pero por ser tu prefiero no presentar cargos —

— ¿Te gusta? —

— Es precioso —

— Bajaste muy rápido de la limusina el otro día y la llave cayó y hoy dejaste la pintura —

Entramos, caminamos a un lugar pintado de un precioso color azul pastel y justo en medio de aquella hermosa pared se encontraba mi pintura y sobre ella unas letras en color oro nombrando la habitación.

Estaba tan emocionado aunque quería decirle un par de cosas al oji-verde por realizar cambios sin mi consentimiento pero el lo único que está haciendo es ayudar a cumplir mi sueño o eso es lo que quiero pensar. Deseo con todas mis fuerzas llenar este lugar de preciosas obras y una de ellas está por ser terminada, aquella que era el suelo de mi padre.

— Vas a cumplir ese sueño —

Le di un abrazo muy fuerte, me sentía tan agradecido de esto aunque supongo que es un gasto enorme y de pronto me sentí mal.

— Prometo que voy a pagarte todo —

— Ya se me estaba haciendo raro —

Aun no tengo idea de cómo lo haré pero si esta galería me genera ganancias le podré pagar muy pronto.

— No quiero que me pagues absolutamente nada, todo esto lo hago pero si tengo una condición —

— ¿Cual? —

— Estés siempre para escucharme y apoyarme —

— Por supuesto que si —

— Esa noche bajo las estrellas me hiciste sentir bien y realmente te lo agradezco —

— Tendremos muchas más de esas y incluso te ayudaré con los problemas —

— Eres maravilloso —

Si lo soy ¿por que no puedes enamorarte de mi?

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