MY WEAKNESS - Oliver Wood

Capítulo 3

El profesor Moody

Cubrí mi rostro a causa de los rayos de sol que entraban por los ventanales del cuarto.

Observé el reloj que reposaba sobre mi mesa de luz, marcaba las siete en punto.

Me levanté haciendo el mayor esfuerzo posible, definitivamente odiaba las mañanas y en especial levantarme tan temprano.

Me dediqué a prestarle atención a mis compañeras. Katie estaba colocándose unos calcetines, Alicia aún roncaba y Angelina no se encontraba allí.

Chica madrugadora.

―Buenos días Drey ―susurró Katie mientras bostezaba.

―Buenos días, ¿Me esperas unos minutos y bajamos a desayunar? ―pregunté.

Ella asintió con la cabeza y fue hasta la otra cama a despertar a Alicia.

Me dirigí al baño para asearme y al cabo de un rato volví al cuarto. Me coloqué mi uniforme y mis zapatos.

Bajamos juntas a la sala común y algunos alumnos ya se encontraban allí, en especial los de primer año.

Debíamos estar temprano en el gran comedor, ya que la profesora McGonagall nos entregaría nuestros horarios de clases. Así que nos dirigimos hacia allí rápidamente.

Al llegar, Katie se despidió y se encaminó hacia la mesa de Hufflepuff dónde se encontraba una de sus amigas.

Yo no solía fraternizar con los alumnos de otras casas, a decir verdad era una persona bastante introvertida y era difícil para mi socializar.

Tomé asiento en la mesa de Gryffindor e inmediatamente el desayuno apareció en mi plato, tostadas francesas y un vaso de jugo de calabaza.

Dirigí mi vista al frente. Oliver Wood tenía sus ojos clavados en mi, me sobresalté y fingí mirar a la mesa de profesores.

Su mirada era tan intensa y penetrante que lograba hacerme sonrojar. Y deseaba desesperadamente que los gemelos no lo notaran, porque iban a molestarme por el resto de mi vida.

Luego de unos minutos Fred y George se sentaron junto a nosotros. Venían bromeando sobre algo y reían animadamente.

―Buenos días muchachos ―los gemelos saludaron al unísono.

―Ya no hay buenos días ―Oliver los miró seriamente.

―Yo tengo algo con que animarlos, a ver si sueltas un poco tu escoba, chico quidditch ―George bromeó.

―Eso se puede mal pensar ―Fred se burló.

―Idiotas ―realmente Wood no estaba de humor.

―¿Qué es lo que nos puede animar? ―pregunté intentando cambiar de tema.

―La fiesta que organizamos para este viernes.

Por Merlín, ellos realmente iban a hacerlo.

―¿Fiesta? ―el capitán preguntó incrédulo―. ¿Con el permiso de quién?

―Te puedo asegurar que no tienen el permiso de nadie ―reí irónicamente.

―Así que vayan viendo que ponerse, tienen que ir bien guapos ―Fred asintió repetidas veces.

―¿Quieren saber dónde será? ―preguntó el otro pelirrojo.

Oliver asintió rodando los ojos.

―En... ―Fred fingió hacer redobles de tambores―. ¡La sala de Menesteres!