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—¡RÁPIDO TRAIGAN A LADY TSUNADE!—  una enfermera gritaba siendo acompañada de ninjas. —

Karin se asustó y se quito del camino dejando pasar a la enfermera quien se veía muy preocupada.

—Karin. — llamo Ino. — Concentrate. Nosotras también tenemos trabajo que hacer. Te necesitan en la habitación 56. —

Karin asintió y salio corriendo de ahí no sin antes mirar a la enfermera siendo ahora seguida de varios enfermeros junto a Tsunade. Vaya que el día se iba a poner pesado.

(...)

Por fin había terminado su turno. Ahora se encontraba descansando mientras comía un poco.

—¡Por fin un descanso!— se sentó en el comedor especialmente para empleados del hospital.

De lejos observo a Ino acercarse de manera apresurada hacia ella.

—¿Que tienes? — preguntó.

—Un equipo llegó al hospital. La mayoría se encuentran graves. Tienen quemaduras por todo su cuerpo, perdieron mucha sangre. 3 de ellos cayeron en coma, creó — se apresuró a decir.

—Que mal pero sin ser grosero ¿y eso que? — preguntó curiosa.

—Es el equipo de kakashi-sensei... — dijo con un nudo en la garganta.

Su cuerpo reaccionó por si solo dejando tirada su comida sin importarle manchar el piso. Quería verla, ahora. Quería asegurar que esta bien y que solo le jugaron una broma pesada.

La vista se le hacia borrosa a causa de sus lágrimas.

Los demás la veían confundidos y extradós. Poco le importaba solo quería verla.

“habitación 505

Entró de golpe viendo aquella escena con terror. Estaba ella con varios tubos alrededor y un montón de vendas por todo su cuerpo. Sus piernas temblaron haciendo que cayera al piso.

Tapó su rostro ocultando sus lágrimas mientras lloraba en silencio. Rezaba a Dios, si es que había uno, que la salvará.

No se había dado cuenta que también estaba el equipo completo ahí. Los únicos conscientes eran Kakashi y Sai aunque no estaban mejor. El mayor solo le sonrió con pena. No pudo salvar a tiempo a sus alumnos, a sus hijos.

Se levantó como pudo y limpio sus lágrimas.

—Kakashi, Sai.— se sentó en la silla que estaba a lado de la cama del mayor.

—Karin... Por si preguntas Sasuke esta bien. — dijo sin importancia.

Sai  solo se quedo callado y prosiguió leyendo su libro.

Karin cerro los puños con fuerza. Odiaba que pensaran que todavía gustará de él.

—No estoy aquí por él. — dijo mirándolo a los ojos segura de su respuesta. —

—Entonces es cierto. — se acomodó en su cama la cuál no era suave, ya luego le diría a las enfermeras que le pongan una mejor cama. Siguiendo con el tema.

—¿Qué? — preguntó confundida. —  ¿Es cierto que? —

Kakashi se acerco lo suficiente y le susurro solo para que ella lo escuchará y no cierto chismoso.

—Sakura,  ella te gusta. — afirmo.

La peliroja brinco del espanto. ¿Como él lo sabía?

—Eres muy obvia, aparte por accidente leí tu carta. —

—¿Leyó qué? —  Entonces seguro Sakura ya sabe sobre sus sentimientos.

—Sakura no alcanzó a leerla pero yo sí. Todas nuestras cosas se quemaron incluyendo tu carta, lo siento. — se disculpo.

Por cierta razón eso la alegro. Pero ahora eso era lo menos importante.

—¿Ella se encuentra bien? ¿Cuando despertará? ¿Que le dijeron? — preguntó apresurada. Quería saber como se encontraba, o bueno, si mejoraría. —

Kakashi suspiró. — Tiene quemaduras por todo el cuerpo, los chicos también pero ella salio más afectada en ese ámbito. Le quedaba casi nada de chakra no podía ni caminar. Insistió en salvar a Naruto y a Sasuke y quedó así. Si no fuera por ella ambos estarían muertos.

Karin trago saliva.

—Eso no es todo. Después de eso fuimos seguidos por varios ninjas. Todos estábamos débiles. Yo llevaba cargando a Sakura y Sai a los otros dos. Tuvimos la suerte de que Sai pudiera dibujar un ave si no fuera por eso estaríamos perdidos. —

¿Casi pierde a Sakura? ¿Casi muere su luz, su razón de vivir?

—Tardaran un tiempo en reponerse. Lo que no saben es cuando van a despertar. — miro a sus niños preocupado. Había fallado como Sensei. —

—Mañana nos enviaran a otras habitaciones. — cambio de tema. — Ella se seguirá quedando aquí pero yo y Sai no. Se que te duele demasiado, lo sé. A mí también me duele. —

—Yo- yo no se que decir. — empezó a llorar con fuerza. —

—Lo sé. Esta bien si solo quieres llorar. —

La peliroja asintió dejando correr sus lágrimas por todo su rostro sin importarle que ambos ninjas la estaban viendo.

Kakashi solo podía verla con pena. Le había fallado a su equipo entero, así como le falló a obito. Se contuvo, no iba a llorar con ambos aquí, lo prefiere hace solo. Siempre prefiere hacer todo solo.

Después de que Karin haya llorado desconsoladamente por una hora. Ahora se encontraba en la sala de espera junto a Ino quién también tenía los ojos rojos de tanto llorar. Habían enfermeros entrando y saliendo por aquella habitación.

Este definitivamente era el peor día de su vida. Quería verla ya, quería escuchar su linda voz, quería sentir sus caricias, quería verla enojada y feliz. La quería a ella.

Desde hace dos horas que debía de estar en casa pero no quería ir y luego que le digan que Sakura murió y no estar a su lado en su último momento.

Ino se paro de golpe y miró a Karin con la radiante sonrisa haciendo que ésta la viera incrédula.

—¿Qué? — preguntó sin ánimos.

—¡Somos unas tontas! Sakura es la más fuerte de la aldea ¡Ella estará bien! No hay que dudar de ella. Ya verás que mejorará así de rápido y seguirá gritando y estresandose por el trabajo. — río.

Ino tal vez podría decir eso pero en sus ojos se veía el miedo de perder a su mejor amiga, Karin lo sabía aún así le sonrió forzadamente. No estaba de ánimos realmente.

—Tienes razón Ino. No tenemos que ser pesimistas. Sakura es valiente y fuerte ella podrá con todo eso. — sonrió débilmente. —

—¡Sí! Ahora mismo me pondré a trabajar seguro le da un paro cardíaco si me ve holgazanear. A Sakura no le gustaría vernos llorar y y deprimirnos ¿verdad? — la peliroja asintió. — ¡Entonces a trabajar!

(...)

Por fin Sai estaba dormido. El único despierto era Kakashi.

Se lamentaba no decirle eso a Karin pero era lo mejor aparte todavía no estaban seguros.

Suspiro dejando escapar por fin sus lágrimas. Se sentía patético, le había fallado a todos.

— Dios mío por favor no te los lleves. Llevame a mí en su lugar pero a ellos no. —

Esa noche la única que presenció aquél hombre llorando desconsoladamente mientras se desahogaba fue la luna.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2023 ⏰

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