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Twinkle, twinkle, little star, how I wonder what you are...

Pero la cosa es que, ya no lo hacemos más. Wonder, ya no preguntamos. No lo hemos hecho por un tiempo, ya que la ciencia ha descubierto todo lo que había por descubrir. La humanidad ha llegado muy lejos, demasiado lejos, ha cruzado demasiados puntos sin retorno y siguió avanzando hasta que los últimos fragmentos de wonder se hicieron añicos. La gente ya no se pregunta. No sueña. Simplemente lo sabe.

Sabemos que hay 42, no, 48 civilizaciones más en nuestra galaxia; Douglas Adams debe estar malditamente orgulloso (y la Ecuación de Drake siempre fue más como una estimativa, de ninguna manera tan precisa como la Ciencia Ficción). Entonces, la realidad siempre ha sido tan rara que la mente creo la capacidad de imaginar. Tal vez por eso deje de imaginar, al cansarme de ser superado.

–¡Beomgyu! ¡Ven! ¡Te vas a perder el juego!.

—¡Cállate de una vez, ya estoy yendo!. Beomgyu baja escalón a escalón y salta, golpeando el marco de la puerta mientras se acerca para chocar contra el viejo sillón en frente del proyector holográfico. Yeonjun sentado junto a él mordiéndose las uñas. Beomgyu aplaude frente a él. –No hagas eso.

–No eres mi mamá.

Beomgyu arquea una ceja mientras mira fijamente a Yeonjun. —¿En serio? ¿Vas a empezar con eso?.

—Está bien, está bien, me detendré. ¡Espera! Está empezando Juro por cada galaxia que hay en el en el universo entero que si Rusia gana otro campeonato voy a meterme un maldito transbordador por el culo.

Beomgyu dejó escapar una carcajada y codeo a Yeonjun,
—¿Estás seguro de que entrara?, Tu cabeza ocupa mucho espacio ahí dentro.

Yeonjun empuja a Beomgyu a través del holograma y parece que el primer saque atraviesa su frente. Fútbol de Gravedad Cero (algunas personas solían decirle Soccer) un poco anticuado, pero sigue siendo el favorito de la multitud. Bueno, de la multitud que queda. La mayoría de las personas dejaron la tierra atrás y no pueden captar la señal desde Júpiter, así que literalmente no hay chance de que la Clase Alta pueda ver este juego. Como si fuera que la clase alta mirara fútbol sin gravedad. Probablemente hayan encontrado algo más clásico e indefinidamente caro a estas alturas.

—Quería ser un jugador de fútbol. dijo Beomgyu, mientras se acomodaba en el sillón, pasando sobre Yeonjun para buscar una bolsa de papas fritas.

—Creí que querías ser piloto. Yeonjun ni siquiera despega la mirada del juego, pero sus dedos buscan la bolsa de papas para tomar un puñado y metérselo en la boca. Beomgyu se encoge de hombros. Los dos gritan cuando Corea toma la pelota.

—No, tu querías ser piloto. Beomgyu lo corrige. Yeonjun detiene el puñado de papas a medio camino, frunciendo el ceño.

—Ah, sí, era yo. Dijo antes de meterse el puñado de papas en la boca y masticar. Beomgyu lame la punta de sus dedos, limpiando el resto de sal.

—¡GOL!. Yeonjun golpea el aire y Beomgyu arruga la bolsa de papas vacía y la arroja sobre el holograma, cayendo directamente en la basura. Se escucha el pitido de la maquina al desintegrar la bolsa y una pequeña nube de oxigeno escapa de esta.

En el 22010, no hay mucho que los humanos hayan logrado, mucho menos de lo que han conquistado o destruido. Ni la última frontera en la ciencia, porque eso pasó hace siglos, literalmente. Pero una cosa no ha cambiado, las cosas viven y luego, mueren. Y bueno, si la tierra fuera un cuerpo viviente, entonces los humanos serian el cáncer al cual no se le puede encontrar cura. Entonces, está muriendo.

WONDER (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora