Juntos pt.2

¿Y ahora que hago? ~ Capitulo 9

Después de tanto, Will estaba más que confundido. Todo lo que había pasado lo había dejado con más emociones y dudas que le hacían pensar una y otra vez que era lo que iba a hacer.

Su madre siempre decía que el era muy fuerte, y sus amigos pensaban que era una especie de superviviente, por que regreso del infierno, por así decirlo.

El no se consideraba nada de eso.

Se veía en el espejo y veía al chico bajito, muy delgado, y nada musculoso, que no sabía como era era había llegado tan lejos.

Si lo pensaba lo suficiente, se daba cuenta que siempre hubo alguien cuidándolo o salvandolo al final. Su madre, Hopper, su hermano, Eleven y Mike.

No podía ni salvarse el solo. Dependía totalmente de los demás. Y ahora que estaba totalmente consciente de sus sentimientos hacia Mike, no sabía que hacer con ellos.

¿Qué tiene que ver todo esto con Mike? Will trataba de darle sentido a sus pensamientos.

Nadie estaría feliz si el confesara que le gusta un chico, y menos si es Mike. Todos lo dejarían a un lado. Estaría solo. ¿Cómo se salvaría ante el mundo?

No podía contárselo a nadie. ¿Entonces solo guardaría sus sentimientos y emociones en lo más profundo de su ser? El más que nadie sabía que eso sería imposible.

Algún día explotaría. Pero he aquí el problema. No quería alejarse de Mike. Sabía que no tenía posibilidades con el, pero quería estar cerca y apoyarlo, y sobre todo verlo feliz.

Conforme Mike y Will crecían, Mike siempre se aseguraba de que Will estuviera bien y lo cuidaba de todo.

Por lo que Will solo quería que el fuera feliz. Siempre observo como Mike a veces no era feliz y siempre estuvo cuando las cosas no estaban bien.

Quería hacerlo feliz, aunque no fuera con él.

Will se levantó por fin de la cama y se acercó al espejo, diciéndose a sí mismo:

- ¿Y ahora qué hago?

Sonó el timbre y fue hacia la puerta un poco lento y sin ganas. Al abrirla estaba Mike afuera.

Will se le quedó viendo al chico ya un poco alto y con el cabello color negro y alborotado, le brindo una sonrisa.

Mike comenzó a hablar, pero tan solo con la sonrisa del chico, la duda que se había hecho ante el espejo se había ido, ya sabía lo que tenía que hacer.

Aunque al final al que le dolería más, sería a él mismo.